Lucha la fiera, pero caen

Marco Fabián de la Mora tuvo dos oportunidades claras de gol y las aprovechó, suficientes para darle el triunfo a su equipo y la derrota para los Esmeraldas
Víctimas de errores y desatenciones, los Esmeraldas no pudieron ante Chivas a pesar de un gran apoyo de la afición
Por OCTAVIO ZÚÑIGA
Publicada el 02/25/2013
Los Verdes pusieron la afición y el buen futbol, pero no pudieron sacar puntos en su primera visita al Estadio Omnilife y cayeron 2 por 1, con dos tantos de Marco Fabián.

La propuesta ofensiva de los Esmeraldas desde el silbatazo inicial fue siempre más ambiciosa que la del conjunto dirigido por Benjamín Galindo.

Sin embargo como suele ser de injusto el futbol, el Rebaño se encontró con la anotación pronto en el encuentro.

Corría el minuto 11 de partido, cuando Marco Fabián recibe completamente solo el balón y sin pensarlo demasiado disparó cerca del palo inferior izquerdo para vencer a Christian Martínez que se estiró desesperadamente pero no alcanzó a desviar.

Los Verdes trataron de sobreponerse al golpe anímico, atacando por los costados con Eisner Loboa y José Juan Vázquez, quienes lograron sumarse en los arribos fabricados por Luis Montes desde medio campo.

León generó las oportunidades más claras durante la primera parte, pero la poca movilidad del “Búfalo” Arrechea provocó una nula producción en la última línea verdiblanca.

El Guadalajara con una carente idea para generar futbol desde su media cancha ante las ausencias de Jorge “Chatón” Enríquez y Luis Pérez, buscaba ganar las espaldas a los zagueros esmeraldas, pero eso jamás sucedió.

Luis Montes cobró un saque de esquina al minuto 60, más que centro fue un disparo raso a primer poste, que fue apenas desviado por Matías Britos para mandarlo al fondo de la red.

La igualada en el marcador obligó al rebaño a ir al frente, lo que provocó que se abrieran mayores espacios.

Luis Delgado estuvo a punto de anotar el segundo de los Esmeraldas al 65, disparando al marco rojiblanco, sin Michel, pero el balón salió apenas desviado.

Las Chivas empiezan a aprovechar los huecos que deja la Fiera en su búsqueda por la segunda anotación y la peligrosidad del lado rojiblanco aumenta, en la figura de Marco Fabián.

El rebaño perdona primero, en una llegada de Miguel Sabah por derecha, centro que es apenas desviado por Magallón y que Márquez Lugo logra tocar, pero no rematar.

Chivas, aprovecharía una oportunidad de Marco Fabián para retomar la ventaja al 78.

El 10 rojiblanco recibiría un balón en el área grande, se quitó a los defensores esmeraldas con una media vuelta para cruzar su disparo. Los Verdes nunca renunciaron al ataque y Matosas metió a Burbano, en un intento por explotar las bandas. Al final el marcador se mantuvo favorable para la localía.

El Árbitro

Calificación: 6
Erim Ramírez trató de controlar el juego a base de tarjetas y muy pronto mostró las primeras, pues desde el minuto dos el esmeralda Matías Britos vio la amarilla.

En total sacó 11 veces la amarilla, siete de ellas para jugadores del León, aunque sus decisiones no tuvieron que ver con el marcador.

Fabián, verdugo; olvida su ‘pasado leonés’

El pasado leonés poco le importó a Marco Fabián en su enfrentamiento ante la Fiera y como lo había anticipado, le anotó y lo hizo en dos ocasiones.

Fabián fue el único que pudo aprovechar las dos oportunidades que tuvo a diferencia de todos sus compañeros delanteros, que siguen con una escasa producción este torneo y que ante los Verdes tuvieron oportunidades que no lograron concretar.

Además del aporte que tuvo Marco en las dos anotaciones, se echó a los hombros todo el medio campo, con labores de recuperación, apoyando a Patricio Araujo, ante un pobre aporte del resto de sus compañeros en esta zona.

La diferencia entre los Verdes, que dicho sea de paso hicieron un buen partido y el Rebaño, fue solamente ese toque extra que le puso el tapatío, quien había dicho durante la semana que este sería un duelo especial y que tenía una espina clavada, la cual parece haberse quitado.

La figura

Marco Fabián es el 10 de Chivas, es prácticamente el único motor que tiene el rebaño en el terreno de juego y difícilmente hay balón que no pase por sus pies y cuando no está, la ofensiva de su equipo se ve “chato”.