viernes, 6 de enero de 2012

Desde la banca Matosas


Desde la banca Roberto Matosas
NÉSTOR GALINDO
NOTA PUBLICADA: 6/1/2012

¿Lavolpista o Lapuentista?

Sé de la polémica, pero más bien me considero Telé Santanista (técnico brasileño en los 80’s), que es un estilo de buen juego sobre todas las cosas, de buena posesión de balón, pero a su vez también de mucha presión sobre el rival, siendo más ofensivo. Eso sí, depende del equipo que tengas, porque a veces uno no puede cometer locuras, como con el primer equipo al que llegué en Querétaro, donde era un suicidio ser ofensivo.

¿Mourinho o Guardiola?

Guardiola, porque sus equipos juegan como me gustaría que jugaran los míos.

¿Cristiano, Messi o Xavi?

Me gustan los tres. Xavi en su posición es el mejor del mundo, pero el Balón de Oro se lo dan a uno sólo y es muy difícil que se lo den. En mi equipo tendría tres delanteros como Messi, atrás a Cristiano, tres volantes como Xavi y con eso ni defensas necesitamos.

¿Jugar o dirigir?

Son etapas en la vida. En mi etapa de jugador no había nada comparable a jugar y una de mis cosas buenas es que me retiré sin deudas en el futbol, di todo lo que pude y el día en que me retiré estaba a mano con el futbol. Hoy me gusta mucho mi trabajo, a veces no es muy saludable, pero es un trabajo que me gusta mucho, me encanta.

¿ESPN o Televisa?

Me gusta el análisis, que es algo que tenemos los técnicos y a veces de quien menos esperas sacas cosas muy buenas y ESPN en ese sentido tiene cosas espectaculares. Cuando la crítica viene de gente que conoce el tema o el elogio también, uno tiene que ser muy equilibrado y sacar algo para seguir mejorando, porque ninguno de nosotros tiene todas las respuestas.

¿El mejor jugador que ha dirigido?

Cuando debuté a (Edinson) Cavani (en 2006) me impresionó, lo vi en la Cuarta División de Danubio, al día siguiente lo cité y a la semana siguiente estaba debutando en Primera.

¿Y el peor?

Todo los jugadores que he tenido han dado lo máximo; a veces, cuando a un jugador talentoso las cosas no le salen, intento convencerlo de que tiene que sacrificarse hasta que las cosas vuelvan a salir, que es correr, luchar, darle herramientas para que siga en la cancha.

¿Se ha peleado con un árbitro?

Es muy difícil que me escuchen un comentario de un árbitro. Tengo que enfocarme en mi trabajo y a mí no me gustaría que un árbitro critique los cambios que hago, etcétera. Es una pelea que sería muy injusta porque ellos no tienen la posibilidad de hablar.

¿Invitaría a un árbitro a la cena de Navidad en su casa?

Sí, a Francisco Chacón, que me perece que es un árbitro de muy buen nivel, con carácter y personalidad, pero la crítica de aquí es muy dura con los árbitros, porque hay dos o tres que tienen mucho carácter para estar, en unos años, muy bien posicionados.

¿Qué es un promotor?

Es alguien que ve a un jugador, le ayuda, intenta que esté bien. Es la voz del jugador y de muchos técnicos.

¿El directivo ideal?

Me gusta mucho la seriedad con la que se maneja León, es un club serio, tiene palabra, compromiso, tiene bien a sus empleados, hay orden en la oficina y todo empieza por ahí, aunque para mí lo mejor está por venir.

¿Tiene cábalas en la banca?

Uno tiene rituales ganadores, como que te va bien con una camisa y en un partido importante te las vuelves a poner; pero como jugador tenía muchas (cábalas) y faltando tres o cuatro años para retirarme me di cuenta de que ni me ayudaron ni perjudicaron, sino que es lo que se prepara uno mentalmente lo que te saca adelante.

¿A cuál equipo le va en México?

A ninguno, de verdad. Soy hincha de Peñarol y tengo un gran cariño por Danubio porque ahí salí campeón y me abrieron las puertas, pero soy de Peñarol. Está muy marcada nuestra vida por ese club.

¿Qué es lo peor que le ha pasado como entrenador?

La salida de Querétaro (en 2011), ganando, con el equipo bien armado, ya habíamos hecho un excelente equipo; todo fue muy extraño. Pensé que no era mi lugar y mi momento y que Dios tendría algo mejor guardado para mí.

¿Con cuál victoria se queda?

Cuando comenzaba a dirigir con el Rampla Juniors (en Uruguay, en 2005), cuando lo agarré estaba penúltimo y el equipo tenía que salir entre los tres primeros para salvarse y el último partido fue como salir campeón porque nos salvamos, le ganamos al Fénix que el que perdía descendía y en su cancha le ganamos 3-0.

¿Ha llorado en un vestidor?

En mis comienzos con Danubio perdí un partido 4-0 y ese día pensé que me iban a dar las gracias, pero el presidente me respaldó y a partir de ahí ganamos dos títulos.

¿A qué juegan sus equipos?

A tener la posesión de la pelota combinada con ataques rápidos.

¿Cuándo se retira?

Ni lo he pensado, hace tan poco que dirijo, tengo 44 años y lo mejor está por venir. Creo que será como me pasó como jugador, hasta que siga con las ganas de venir, de trabajar, hasta entonces seguiré.

Un libro...

El alquimista (Pablo Coelho).

Una película...

Corazón Valiente (Mel Gibson, 1995).

Una canción...

Resistiré (Carlos Toro).

¿Qué le dice el León?

Mucha presión, veo a todos muy presionados y sería importante no entrar a esa presión que te enloquece, porque eso te haría cometer errores. En la cancha, me dice que tiene muy buenas individualidades y que hay que mejorar el aspecto colectivo.

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