martes, 31 de enero de 2012

‘Nos salvamos’


‘Nos salvamos’
NÉSTOR GALINDO
NOTA PUBLICADA: 31/1/2012

León se salvó de una tragedia a 800 metros del estadio de Ciudad Neza.

El recuento de la agresión sufrida el domingo por la tarde, cuando los Verdes regresaban en autobús tras ganarle 4-3 a los locales Toros, dejó al menos dos detonaciones de arma de fuego, supuestamente accionadas por la Policía municipal al tratar de controlar a los agresores.

Gustavo Matosas, entrenador de la Fiera, dijo haber escuchado las detonaciones, versión confirmada por miembros de la directiva.

En realidad, fueron sólo un par de minutos en los que el autobús de los Verdes, rentado a la empresa Ttur, fue apedreado por al menos 15 aficionados de los Toros, según la narración de jugadores, cuerpo técnico y directivos.

“Afortunadamente no pasó nada grave, nos salvamos, pero es triste que pasen cosas así en el futbol, sobre todo porque nunca te esperas, como jugador, que te pase esto”, comentó ayer Lorenzo Ramírez, quien primero jugó ante los Toros y luego volvía a León en el autobús.

El ataque comenzó aproximadamente a las cuatro y 15 de la tarde. León acababa de vencer al Neza y transitaba por la avenida Lázaro Cárdenas. A diferencia del viaje de ida, cuando llegaron al Distrito Federal en avión, esta vez la intención era arribar a León en autobús.

La primera señal de alarma se dio a 500 metros del estadio. Un microbús se le adelantó sorpresivamente al autobús de la Fiera, custodiado por dos motopatrullas de la Policía municipal.

Rodrigo Fernández, director deportivo del club León, notó el rebase y temió algo extraño. Luego sus temores se confirmaron.

El microbús se detuvo y así obligó a que el camión de la Fiera también se parara. Alrededor de 15 aficionados del Neza, la mayoría con playera de su equipo, descendieron del micro y comenzaron a apedrear al vehículo esmeralda.

Los jugadores se salvaron al menos de una descalabrada por una política de seguridad del club: siempre circular con las cortinas cerradas. La tela protegió a los Verdes de los impactos, aunque éstos no cesaron hasta que al menos tres ventanas dobles fueron rotas, todas en el costado izquierdo.

“Fue un momento de mucha confusión, de temor de que no te vayan a golpear o no te vayas a cortar con los vidrios”, recuerda Lorenzo Ramírez.

La mayoría de los jugadores se refugiaron en la parte trasera del camión. Otros se cambiaron al costado derecho o simplemente se quedaron de pié en el centro.

Sebastián Maz y Hernán Darío Burbano se golpearon en la reacción y además el colombiano se rasguñó una pierna con los cristales rotos. “En cinco años que tengo en el futbol mexicano nunca me había pasado algo así”, aceptó Maz.

Huyen

Tras un par de minutos, el chofer encontró un espacio pequeño para rebasar al microbús detenido y aceleró, con el Circuito Mexiquense como meta.

Al mismo tiempo, una decena de aficionados del Neza corrían hacia el autobús para unirse a la agresión. Entonces un integrante del plantel vio cómo uno de los policías municipales dejaba su moto y amagaba con su arma a los hinchas. Luego se escucharon dos balazos, supuestamente tirados al aire, para asustar a los agresores.

“Si no es por esos balazos, no sé qué hubiera pasado”, aceptó ayer Gustavo Matosas, entrevistado en el programa de radio Magazzine XXI.

La medida funcionó y el autobús dejó la zona sin más impactos.

En primera instancia se acordó viajar a Pachuca para cambiar de autobús. Luego se optó por llegar a Querétaro, en donde se hizo el trasbordo cerca de las seis de la tarde. Dos horas después, los Verdes llegaron a León sólo con el susto.

“El regreso fue más para reflexionar y pensar en qué bueno que no le pasó nada a nadie, que no se sufrió ningún golpe, pero también pensamos en lo que pudo haber pasado si le pegan a alguien.. qué bueno que ahí quedó todo”, añadió un pensativo Lorenzo Ramírez.

La protesta

El Club León le informó formalmente a la Federación Mexicana de Futbol sobre la agresión sufrida el domingo en Ciudad Neza.

El objetivo no es que los Toros sean castigados deportivamente, algo difícil al considerar que el ataque a los Verdes se dio afuera del estadio, sino conseguir la reparación de los daños, calculados en alrededor de 20,000 pesos.

Rodrigo Fernández, director deportivo del club, lamentó el ataque al autobús en el que los jugadores regresaban a León la tarde del domingo.

Además, aceptó que lo ideal sería tomar medidas preventivas en Neza y en las demás plazas de la Liga de Ascenso. En León, por ejemplo, se acostumbra escoltar en todo momento a rivales de riesgo, como Irapuato y La Piedad.

Esa medida llega al extremo de escoltar los autobuses hasta los límites con sus municipios.

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