domingo, 7 de noviembre de 2010

Magnificos


Magníficos
La 'Fiera' está en plan grande y no hay quién lo pare en su objetivo de calificar a la liguilla. Foto: Eduardo Maceira / El Sol de León.

El Sol de León
7 de noviembre de 2010

Omar Oseguera

Cuernavaca, Mor.- Huele, apesta a liguilla en el León.

Los muchachos de Pintado están a un pasito nada más de jugar la liguilla del Apertura 2010.

No hay quien los pare, y mucho menos un equipo plagado de jóvenes como Pumas Morelos que ayer en su cancha volvió a sucumbir ante el poder leonés como la historia lo había dictado desde un principio. La filial universitaria jamás ha derrotado al León en la división.

Con dos cabezazos de los atacantes, Blas Pérez al 81´ y Jared Borgetti al 85´, la Fiera ligó su noveno juego sin perder para llegar a 24 puntos que lo ponen a nada de la fiesta grande.

Tal vez no fue el mejor partido de los Verdes, pero cuando necesitaron anotar lo hicieron, fueron contundentes impulsados por un Borgetti que cerró las bocas de los que en las gradas no se cansaron de insultarlo.

Ahora, el próximo sábado en su Cueva y en el "Clásico del Bajío" ante la Trinca, se juegan todo, la vida, el torneo, el orgullo y la dignidad.

Si no se califica, de nada habrá servido lo de ayer y las estampas de jugadores cargados en hombros por sus aficionados al final del juego, serán sólo eso, estampas para el recuerdo.

Demasiado RESPETO

Si el objetivo del primer tiempo fue aburrir, ambos equipos lo cumplieron de principio a fin.

Cero oportunidades claras de gol en cualquiera de las dos puertas, Pumas en los primeros minutos intentó triangular pero siempre se topó con la experiencia y buena colocación del capitán felino Denis Caniza.

Por su parte, los Verdes apostaron por abrir las bandas con poco éxito. Una fabricada a balón parado que se tejió de buena forma faltándole puntería al centro final de Julio Ceja, y un tiro libre por encima de Santibáñez, fueron las más importantes de la Fiera en el primer lapso.

Hay que decir que los de Pintado se vieron mejor cuando desplazaron la de gajos a uno o dos toques máximo, debido a la presión y la forma de cerrar los espacios de los morelenses que al final se fueron dominados al vestidor.

Atajada de ODÍN, clave

El respeto que se tuvieron ambos equipos en el primer rollo, arrojó suspenso, tensión y dramatismo en la parte complementaria y más cuando Pintado, a diferencia de otros compromisos, decidió realizar cambios muy rápido; metió a Jared Borgetti por Santibáñez y a Orlando Pineda por Juan Hernández que estaba amonestado. Luego, algo que no estaba planeado, una lesión de Luis Rosas que lo mandó a la banca para que entrara René Ruvalcaba.

Sin embargo, los movimientos le dieron resultado al brasileño después de que Odín Patiño salvara a la Fiera con un atajadón a contrapié tras un tiro de esquina. Posterior a esta jugada clave, Jared se botó, recibió la pelota y filtró para Mario Ruiz quien llegó a línea de fondo por la derecha para mandar un centro a segundo poste en donde Blas Pérez llegó a la cita.

El cabezazo del panameño fue imposible para Saldívar, gol y la locura en el Centenario provocada por los más de 800 leoneses que hicieron el viaje.

Motivados por el tanto conseguido, los "panzas verdes" siguieron empujando en busca del segundo gol que aniquilara el asunto... y éste llegó al 85´, en un tiro de esquina por izquierda enviado por Ruvalcaba que cayó justo a la ubicación de Jared Borgetti entre el defensa que cubría el primer palo y el arquero que se quedó sembrado en su línea.

Aquello era un hervidero verdiblanco, los "¡Vamos a volver... Vamos a volver... Vamos a volver a primera... Vamos a volver!" de los visitantes, inundaron toda la Unidad Deportiva Centenario.

Así, con pocas jugadas que relatar, León está a un pasito de estar en la finales, instancias en las que seguro ningún equipo de la liga querrá verle la cara.

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