Viven verdes sin milagro

Viven Verdes sin milagro
LUIS ABRAHAM MUÑOZ
NOTA PUBLICADA: 11/15/2010

Al León se le vienen dos meses de largas y dolorosas vacaciones tras quedar fuera de toda posibilidad en la lucha por el título de la Liga de Ascenso.
En el balance, los 25 puntos conquistados a lo largo de 17 fechas, los Esmeraldas alcanzaron una productividad de 49%, rozando la medianía tradicional del futbol mexicano y quedando fuera, principalmente, por la pésima racha negativa entre las jornadas 1 a la 7, donde sólo habían conseguido uno de 21 puntos posibles.

La llegada del cuerpo técnico encabezado por Luis Carlos de Oliveira Preto ‘Pintado’ suponía en un principio el reacomodo de las piezas y la obvia reacción de un plantel lastimado por los cambios y las decisiones a nivel directriz que pesaron mucho más de lo que se creía.

Si bien el León reaccionó como auténtica fiera desde el arribo de ‘Pintado’, Miguel Ángel López, Gerardo Esquivel y Roberto Bassagasteguy en la cancha, y Víctor Manuel Aguado en el escritorio, las manchas que en 10 semanas se ocultaron debajo de una vieja alfombra, salen a relucir cuando se ha consumado el fracaso. Uno más.

Desembarcado del Mundial de Sudáfrica, el veterano defensa paraguayo Denis Caniza enarboló la bandera leonesa como el más constante, pues fue el único que apareció en todos los partidos del campeonato, aunque en algunos lo hizo como relevo.

En su segunda campaña como leonés, Caniza demostró ser el único de los foráneos que tiene los merecimientos para continuar, si así es su deseo.

En contraste, el panameño Blas Pérez aún con sus cinco goles, dejó mucho qué desear tomando en cuenta las expectativas que se generaron al ser el elemento que sustituía posicionalmente al argentino Carlos Casartelli, de gran campaña en el Bicentenario 2010.

Asimismo, el uruguayo Mateo Fígoli se desvaneció junto con las ilusiones de una tribuna que lo estaba arropando como un ídolo, luego de los buenos números y fantásticas actuaciones en la temporada anterior.

En una plantilla donde en apariencia no se dieron muchas modificaciones respecto a la que logró el subcampeonato, resaltó la intermitencia del histórico goleador nacional Jared Borgetti, autor de siete tantos con la Fiera pero con el evidente estrago de su veteranía y por muchos instantes, advirtiendo hastío y desazón.


Los refuerzos

De la tripleta de ex Pumas que vinieron a reforzar al León, el portero Odín Patiño y el atacante Pablo Bonells (cuatro goles), merecen sin duda repetir para ir por revanchas personales, principalmente el delantero, cuya ausencia en la recta final del torneo se notó en el decaimiento en el porcentaje de generación de jugadas de gol.

Luis Ricardo Rosas por otra parte fue el signo de la inconsistencia y el poco compromiso con una playera gloriosa.

En el mismo tenor quedó el otrora férreo escudo Edwin Santibáñez, que nunca pudo ante la afición leonesa mostrar su mejor cara, muy a pesar de que se le señaló en su momento como uno de los líderes del grupo y quien encabezó hacia el interior el cambio radical de la plantilla.


Los que ya han cumplido un ciclo en el equipo

Para nadie es un secreto que varios jugadores han cumplido con este torneo un ciclo vistiendo los colores del Club León.

El veterano Mario Ruiz en la zaga, los volantes Alejandro Corona, el leonés Híbert Ruiz, el defensa Nicolás René Ruvalcaba, el delantero Luis Nieves y hasta el multifuncional Aldo Polo, no lograron cuajar del todo si se toma en cuenta todo el ciclo futbolístico de 2010.

Muy cerca de cumplirlo está el habilidoso Julio César Ceja, quien vino a menos en los últimos tres juegos.

En relación a la ‘camadita’ de jugadores menores de 20 años, todos ellos nacidos en León, destacaron sin duda Luis ‘Chapa’ Delgado y Juan Hernández, además de la proyección de Christian ‘Chore’ Rodríguez o los destellos de Jairo Araujo, Lalo Ibarra y Mauricio ‘Santana’ Castañeda, únicos en un grupo de 20 elementos que no tendrán descanso y los pondrán a punto para ser no sólo aporte de minutos, sino ser trascendentales en el equipo.

Así, León queda perfilado para que los cambios sean para bien, pues la sacudida no se derivó en un solo juego ni tuvo que ver con una sola decisión. Por cierto, las que vengan deberán ser lo más ‘quirúrgicas’ posibles.