jueves, 3 de mayo de 2012

Sufren y gozan



Sufren y gozan aficionados en León
FELIPE DÍAZ
NOTA PUBLICADA: 3/5/2012

Los bares y restaurantes del Centro Histórico lucieron a reventar para presenciar el juego de Ida de la final de la Liga de Ascenso entre León y Lobos BUAP en el que cientos de aficionados gozaron y sufrieron durante los 90 minutos de partido.

Los ánimos se encendieron desde los primeros minutos de comenzado el juego con las primeras llegadas de peligro al arco rival que generaba el conjunto verde. Llegó el minuto 7 y los aficionados en el “Panza Verde”, explotaron de emoción con el primer tanto de Luis Nieves quien abrió el marcador para la causa de los verdes.

“Esta temporada sí sube, anda bien, me ha gustado mucho el estilo  de juego, está jugando bien, qué golazo, esta ya tiene que ser la buena”, dijo Ricardo Martínez tras el primer gol del León.

Todo era felicidad hasta ese momento, a la afición se le podía ver en el rostro la sonrisa de oreja a oreja por ir adelante y tener hasta ese momento un pie adentro en la Final de ascenso, pero llegó lo inesperado, un penal en contra de la Fiera que propinó el empate a cargo de Jair García al 18.

“Eso no era penal, les regalaron el gol”, reclamaron los aficionados ante la anotación.

Las acciones continuaron y el nervio apareció en el aficionado, que cuando mejor jugaba el equipo verde, García volvió a hacerse presente al minuto 28 y al 30 para marcar su “hat tick” lo que enmudeció por completo al salón “Club León”, quienes no creían lo que veían.

Las manos comenzaron a irse a la nuca, al tiempo que las uñas no eran suficientes para calmar los nervios, los aficionados no daban crédito a lo que sucedía, 3-1 era el marcador a favor de Lobos al medio tiempo.

Llegó el segundo tiempo, la cabeza cabizbaja del aficionado era el reflejo del marcador, pero 3 minutos después de comenzado el tiempo complementario, Sebastián Maz se encargó de regresar la felicidad con el segundo tanto de la fiera.

“A hue..., ahí está el gol, ahorita cae el tercero”, exclamó Víctor Ramírez quien aún nervioso confiaba en la remontada.

En ese momento León era dominador, los gritos de aliento aparecieron, generando un gran ambiente en el restaurante, a pesar de los cientos de kilómetros de distancia, pareciera ser que los gritos de aliento llegaron a los oídos de Luis Montes, al minuto 60 marcaba el tercero y el empate.

Todo fue felicidad el empate se consiguió, donde incluso hasta la propietaria del restaurante se contagió, cantando y coreando los cánticos alusivos a la fiera.

Los minutos pasaban y el nervio cada vez era más fuerte, León tuvo varias oportunidades no concretadas, el aficionado no lo creía, al final no hubo nada para nadie, el 3-3 que dejó buen sabor de boca y mucha ilusión de conseguir el campeonato.

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