domingo, 13 de mayo de 2012

Clímax en el Nou Camp



Clímax en el Nou Camp
La afición enloquece de euforia y júbilo en el inmueble del bulevar López Mateos

Por Óscar Arrache | Mayo 13, 2012


LEÓN, Guanajuato.- Hace 10 años que el futbol mexicano de primera división había perdido a su primer gran campeonísimo, hace una década que la capital del calzado había tenido que probar los sin sabores de una categoría que a la fecha es extraña para millares de aficionados panza verdes.

Hoy León está de regreso en el máximo circuito y lo hizo con autoridad y demostrándole a sus seguidores, que León es más bonito y que  la vida no vale nada.

Basta ver a los poco más de 33 mil seguidores que abarrotaron al Nou Camp, con un ambiente que en un principio era de incertidumbre por la desventaja de la que fueron objeto.

En las tribunas, los aficionados se tapizaron de verde y blanco, con los mechones esmeraldas, con los sombreros de León campeón y con nuevas generaciones que aún no han visto a la Fiera en Primera División.

Para infortunio de algunos, la venta de cerveza comenzó desde las 8 de la noche, lo que provocó suspiros ya que el motivo principal era aguantar el trago amargo o bien comenzar la celebración.

La farándula no pudo faltar, desde el “Buki” que se puso la camiseta en señal de apoyo, los amplios escotes de las edecanes que dejaron viendo visiones a más de alguno en la tribuna.

Pero los gritos de Vamos a Volver a Primera, Vamos a Volver a Primera comenzaron a retumbar, pues Carlos el “Gulid” Peña  le devolvió la esperanza a los verdes, que comenzaron a encender los corazones verdiblancos.

Un auténtico manicomio se dejó sentir en el graderío con los goles de Luis Nieves y Éder Pacheco, el olé olé retumbó de inmediato en el graderío y León estaba cumpliendo con la tarea.

Ya con la ventaja a cuestas, Luis Delgado el “Chapa” se animaba a hacer saques de banda exóticos, Hernán Burbano se dio gusto haciendo caracoleos en la zona baja de correcaminos.

Pero el propio Burbano tuvo hambre y pudo cerrar la cuenta con dos goles que pusieron el clavo a la lápida naranja de Correcaminos, lo que de inmediato desencadenó  el clamor “Vamos a Primera”.

El cielito lindo, los gritos al por mayor, las señas y los abrazos no se hicieron esperar se pitó el final y todo León coreó a sus héroes.

En la premiación, Nelson Sebastián Maz recuperó la sonrisa y el trofeo lo alzó el charrúa quien con lágrimas en los ojos alzó los brazos en señal de victoria.

Ignacio González explotó en llanto, los colombianos alzaron la bandera de su país, Luis Nieves no cabía de emoción y todos y cada uno de los elementos felinos se regocijaron ante tal logro.

Que decir de Gustavo Matosas quien guardó la mesura, que sólo se limitó a agradecer a su equipo de trabajo el coronar la ilusión que le brindaron a cientos de miles de zapateros que ahora están de regreso en el máximo circuito del balompié mexicano.

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