domingo, 6 de mayo de 2012

Pierde Orduña la paciencia



Pierde Sergio Orduña la paciencia
FELIPE DÍAZ
NOTA PUBLICADA: 6/5/2012

Sergio Orduña desde el banquillo no paró de alentar a sus jugadores durante los 90 minutos de partido, siempre metido y concentrado en cómo romper el esquema táctico planteado por Gustavo Matosas.

Al entrenador poblano desde los primeros minutos se le notó inquieto, nervioso, donde si bien inició dirigiendo sentado desde la banca, al minuto 5 la historia fue diferente puesto que de ahí para adelante no tomó asiento en prácticamente toda la primera parte, donde incluso mandó a calentar a su primer hombre.

Con las manos a la cintura, el reclamo hacia los árbitros fue constante, la llamada de atención a sus jugadores ni se diga, minuto 11 y el primero en recibir el regaño fue Gustavo Ramírez, a quien sólo le pedía fuera más insistente al frente y buscara más la pelota.

Si bien fueron pocas las llegadas, cada oportunidad que tuvo su equipo, Orduña aplaudió pero no quedaba conforme, el nerviosismo no paraba, caminaba de un lado a otro dentro de su área técnica, como si sus intenciones fuera el hacer un surco.

Llegó el primer tanto leonés, el morelense simplemente volteó a la banca y se llevó las manos a la cabeza, enseguida llegó el regaño a sus jugadores, seguido de un alarido de calma puesto que había tiempo para buscar el empate que les diera vida.

El medio campo fue el que pagó los platos rotos, los gritos a hacía su mediocampista Oscar Zea fueron durante prácticamente los 90 minutos lo que pedía era cortar las acciones del ataque leonés pidiendo a sus jugadores buscaran presionar más.

Segundo tiempo y Orduña regresó más calmado, tomó asiento pero en cuanto el árbitro silbó una vez más se puso de píe y comenzó a plantear la estrategia con su auxiliar en la búsqueda de los cambios que le dieran más dinamismo.

Llegó la primera, la segunda y la tercera expulsión, el segundo, tercero y cuarto tanto leonés, Orduña supo que todo estaba terminado, no había más remedio, realizó sus tres cambios pero ya estaba resignado el dominio ya era total, sólo miraba el reloj esperando el el juego terminara.

Al final Orduña sólo se llevó las manos a la cabeza, el título y la oportunidad de luchar por el ascenso se fue, recibió el título de Sub-campeón.

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