jueves, 10 de mayo de 2012

El gol de Nacho



El gol de Nacho, reanimó a la afición
DEPORTES • 10 MAYO 2012 - 12:03PM — DANIEL MARTÍNEZ
Cuando todo parecía perdido y las caras eran largas en los bares de la ciudad, el León consiguió acortar distancia con Correcaminos y las sonrisas de esperanza están de vuelta

CUALQUIER LUGAR SERVÍA PARA ACOMODARSE CON LOS AMIGOS A VER EL PARTIDO

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León,Gto • El León revivió y la afición lo sabe, fueron de 90 minutos sufridos, de sentir que la historia se repetía como en los últimos diez años, pero al final los hinchas respiraron. Fue una derrota que no es amarga porque sabe a ilusión.

Llegó el día de enfrentar a los fantasmas, de desafiar al destino que tiene atados a los esmeraldas en una división a la que no pertenece. La fiel afición no podía dejar a su equipo solo y los bares se llenaron a tope.

Era momento de alentar a los once verdes que se jugaban el honor de toda una ciudad, los fieles vestidos con los colores del León ya estaban listos, algunos con el nombre de su ídolo goleador Sebastián Maz en el torso.

La batalla comenzó con algunos aplausos y gritos de ánimo. “Vamos León”, gritó una chica con la playera de la fiera.

La emoción latente de la fanaticada se desmoronó con el primer gol de los anaranjados, José Luis, Parejita López le arrancó los suspiros a los verdes que lamentaban la anotación.

Un gol parecía pan comido para el León y los ánimos regresaron conforme pasaba el tiempo, pero el segundo gol de los tamaulipecos antes de terminar el primer tiempo, dejó atónitos a todos los presentes en el bar.

El medio tiempo fue una pausa que esperaban los comensales, en el descanso aprovecharon para ir al baño, pedir más botana y una siguiente ronda de cervezas para tener lista la garganta de caer un gol esmeralda.

Se reanudaron las acciones en la cancha del Marte R. Gómez, y en el bar de un centro comercial al oriente de la ciudad los devotos de la fiera esperaban un cambio de su equipo que los pusiera en la pelea. “A ver si el Matosas les puso una buena…”, dijo un hincha mientras le daba un trago a su cerveza.

Y se les vinos el martirio a los seguidores del León, todo el segundo tiempo fue de reclamo tras reclamo, no lo podían creer, se llevaban las manos a la cabeza por la inminente derrota de los esmeraldas.

La botana en las mesas pasó a segundo término, todos estaban al borde del delirio mientras en la televisión sus ídolos desperdiciaban las llegadas al área del Correcaminos.

Lo que al principio eran porras para Maz, después se convirtieron en insultos por las constantes fallas del delantero uruguayo. “Ah pinche Maz, ya da una cabrón”, le gritaba un señor con la intensidad como si pudiera escucharlo a través del monitor de plasma.

Irónicamente Sebastián Maz, el héroe del pequeño Toño Barco que acompañó a su padre a ver el partido, era expulsado y dejaba a su equipo en desventaja para el partido de vuelta.

El sufrimiento se adueñó de los fanáticos, cuando en un principio nadie firmaba el empate, todos ansiaban cuando menos un gol que les devolviera la vida.

El tiempo reglamentario transcurrió y el gol no llegó, pero al minuto 72 el grito llegó para exaltar a la clientela de un billar en el bulevar López Mateos, pero fue sofocado por el abanderado que los regresó a sus asientos.
Aires de resignación se respiraban en el lugar. “Un año más, chingao”, gritaba un aficionado con varias cervezas encima y otro a su lado se llevaba las manos al rostro, no lo podía creer.

Los primeros noventa minutos de nerviosismo pararon. El gol de Nacho González llegó y le regresó el festejo a los leoneses, hasta el mesero festejó. Al final del encuentro los presentes aplaudieron como si se tratara de un triunfo.

El sábado el León esperará al Correcaminos, ahora sí los aficionados se dejarán sentir con un estadio color verde a reventar, quieren estar en Primera y pondrán todo de su parte.

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