domingo, 30 de octubre de 2011

Se va una leyenda


Se va una leyenda

Símbolo de la comunidad leonesa, a la que se integró hace 67 años, ayer falleció víctima de un infarto Don Antonio Battaglia D’Ascoli.

Nacido en Buenos Aires el 19 de septiembre de 1918, don Antonio fue hijo de Blas Battaglia Orlandi y Lucía D’Ascolli de Battaglia. Tuvo una sola hermana, Nélida.

Aficionado al futbol casi desde la cuna, dejó los estudios para probar suerte en las canchas, a pesar de que su padre le advirtió -según le contó a José Luis Díaz- que “entre miles sale un futbolista”.

Don Antonio fue uno de ellos y brillante. Hijo de socialistas italianos, su padre pespuntador, consiguió ingresar al Vélez Sarfield cuando tenía 12 años y fue el esbozo de lo que sería su vida.

A los 18 años vino a México con su equipo, en giras que duraban 3 ó 4 meses. Luego de jugar en otros equipos, regresó al país. Y llegó a León en 1944.

“Vine contratado por un año, y la verdad León no se me hacía una ciudad muy bonita: había mucha terracería, el agua de repente la cortaban... pero me fui adaptando. Ahora León ha cambiado muchísimo, yo siento que es como París, ha crecido mucho y tiene una sólida infraestructura”, platicó en otra entrevista con Fernando Rosales.

Pilar Ramírez, Sebastián Martínez y Florencio Quiroz, curtidores y directivos del equipo, lo invitaron a jugar aquí. Poco después, también se hizo mexicano. Le platicó a José Luis Díaz:

“El equipo vendía, la gente iba. En el primer partido, en el Estadio Patria, acudieron entre cuatro mil y cinco mil personas. Al segundo, ya había sillas y fue casi el doble. León era beisbolero y en el centro de la cancha había un montículo de arena.

“Del Patria nos fuimos al Estadio Fernández Martínez, que al poco tiempo resultó pequeño y llegamos a La Martinica, que era un estadio regular, donde jugué hasta los 35 años”.

La historia de don Antonio en nuestra ciudad es la del equipo León. A la semana de llegar, jugó en el primer partido de la Fiera en la Primera División. Con el equipo, fue campeón tres veces.

El 20 de agosto, en una de sus últimas apariciones públicas, Battaglia celebró los 67 años del equipo. Los mismos que él cumplía en León.

Llamado para jugar con la Selección Nacional, también se hizo mexicano:

“Me convocaron para los Juegos Panamericanos de Chile, jugando para México. Cuando nos fuimos a despedir del presidente Miguel Alemán, le dijeron que en el grupo íbamos varios jugadores argentinos. Me preguntó si quería ser mexicano y le dije que sí, con mucho gusto”.

Ya entre nosotros, mexicano y en su nueva ciudad, León le dio otro regalo de por vida: su pareja para siempre, doña Dolores James.

“A los pocos meses de haber llegado a León, Lolita le dijo a Abel Ramírez que me quería conocer. Empezamos a platicar y salimos muchas veces. Yo le decía que ella era muy chica, que no perdiera el tiempo conmigo porque pensaba irme al término del año”. Ya nunca se fue.

“Tenía ganas de irme, pero influyeron muchas cosas. A los 15 ó 20 días de estar en León me di cuenta que la ciudad era zapatera, por lo que agarré una valija y me fui a ver a Florencio Quiroz y a Ireneo Durán, para comprarles piel y suela…

“Lolita me enterneció. Primero, porque era una chica bonita. Empezó a hablarme de la tragedia que vivió cuando le mataron a su madre en un viaje a Acapulco. Yo la asociaba mucho con una sobrina que dejé en Argentina, a quien le llevo siete años y ocho meses. Salimos y al final quien se enamoró fui yo”.

Junto con su carrera futbolística, Don Antonio desarrolló el amor por el calzado que le inculcó su padre y que desembocó en la creación de Calzado Blasito.

Su primer negocio comenzó en la calle Obreros, luego se trasladó a la calle Aquiles Serdán y posteriormente al bulevar Adolfo López Mateos, a un lado de las antiguas instalaciones de a.m.

En 1988 Don Antonio recibió el Premio San Crispín de Oro, máximo galardón que otorga la Cámara del Calzado.

Querido y respetado por su trato impecable y su caballerosidad, don Antonio vivió una vejez dilatada y feliz en compañía de doña Lolita y su familia.

Desde ayer es velado en Gayosso de Francisco Villa, donde hoy a las 12 se le despedirá con una misa de cuerpo presente.

Descanse en paz.

Convicciones compartidas

Desde su primera visita a México, las ideas socialistas que don Antonio heredó de sus padres supieron convivir en su alma con la fe, que le llegó en la Basílica de Guadalupe. Contó a José Luis Díaz, para una de las entrevistas de ‘Ellos son’:

“Me hice católico desde la primera vez que vine a México. En el tercer partido que jugamos en la ciudad de México, fuimos a la Villa de Guadalupe, donde todos entraron de rodillas. Pensé que estaban locos y les dije que se iban a romper las rodillas. Jugábamos contra el América.

“Seguí caminando y entré a la basílica. Al ver a la Virgen de Guadalupe, no sé por qué pero al poco rato estaba arrodillado también. La imagen me recordó mucho a mi madre, a quien quise mucho. Después tomé cursos de cristiandad para conocer la religión. Adoro a la Virgen de Guadalupe, quien me inspiró a ser católico. Desde luego, mi madre era católica. Cuando yo jugaba, ella se iba a la iglesia a pedir que me fuera bien…”.

¿Usted cree en el socialismo aplicado a la producción?

Creo en algunas ideas del socialismo: procuro que el obrero sea respetado, que trabaje ocho horas, que tenga los medios necesarios para vivir decentemente, porque no hay derecho de que unos malgasten el dinero y otros no tengan ni para llevar comida a su casa. Pasamos por la vida todos iguales; la vida es prestada”.

Antonio Battaglia: triunfador y caballero

Los grandes personajes no mueren, siempre sobrevivirán al tiempo, como don Antonio Battaglia, uno de los ídolos más grandes de los Panzas Cerdes de León.

El logro más grande de Antonio Battaglia fue convertirse en un triunfador dentro y fuera de la cancha, hasta el día que abandonó este mundo para convertirse en leyenda.

Sonriente siempre, amante de cantar tango los domingos con su amigo y compatriota Jorge Davino, portando debajo de su ropa la playera del León y como excelente padre y amigo fue recordado dos Antonio en su última despedida.

Ayer por la mañana León amaneció con la noticia de que uno de sus hijos predilectos, Antonio Battaglia, integrante de aquel León primer campeonísimo del futbol mexicano y empresario exitoso, falleció de un ataque al corazón a las 8 de la mañana.

De inmediato las redes sociales se desbordaron con mensajes de apoyo a la esposa de don Antonio, doña Lolita James, y a sus hijos Antonio, Mauricio, Fernando, Emilio, María Dolores y Lucía Eugenia.

Alrededor de las 4 de la tarde el cuerpo de dos Antonio llegó a la funeraria Gayosso de Francisco Villa, allí lo esperaban sus hijos, sus 17 nietos y 14 bisnietos; el único ausente era su hijo menor, Emilio, quien se encontraba de viaje y sus hermanos no habían podido localizarlo.

El primer ex esmeralda en llegar fue Jorge Davino, uno de sus amigos más entrañables. Se veía notablemente conmovido aunque sereno, con la mirada perdida; en algunos momentos se acercó al ataúd de su amigo, con quien cantaba los domingos en su restaurante mientras recordaban su distante Argentina, y dejó rodar algunas lágrimas.

“El Capi” Alfonso Montemayor, uno de los dos sobrevivientes de aquel equipo legendario y amigo de don Antonio (con quien se había reunido hace algunos meses para compartir recuerdos) con pasos lentos se acercó al lugar donde uno de sus “hermanos” descansaba y no pudo contener las lágrimas mientras se abrazaba con Mauricio Battaglia.

Fernando, otro de los hijos del caballero de la cancha, llegó acompañado por su hija, en sus manos llevaba las banderas de los equipos en los que formó su historia de triunfo.

Boca Juniors, Atlanta de Argentina y sus dos amores más grandes futbolísticamente hablando: Vélez y León, que representaría además su casa y la ciudad donde viviría hasta el último momento.

Integrantes de la porra “Los de Arriba” llegaron a la capilla de velación y colocaron una bufanda, con las condolencias de toda la porra; abrazaron a los familiares y salieron en silencio.

El doctor Primo Quiroz llegó abatido por el fallecimiento de su gran amigo, igual que otros personajes de la vida empresarial de León.

Pablo Martínez, Lalo Mendiola, el doctor Andrade, Fito Pons, Joaquín Yamín, José Luis Díaz del Castillo y Fabricio Torres del Valle fueron algunos de los que acudieron a despedir a don Antonio.

También estuvieron familiares de quienes compartieron con él la cancha, como Varela, Alfredo Costa, Rodolfo Moncada y Abel Ramírez.

Y en representación de su generación llegaron Constantino Perales y Alfonso Montemayor.

A las 6:30 de la tarde se llevó a cabo la misa de cuerpo presente, a la que acudió el presidente del Club León, Jesús Martínez Murguía.

Cuando la ceremonia concluía los hijos y los nietos de don Antonio rodearon el ataúd, se fundieron en un abrazo y se despidieron, mientras de fondo sonaba la canción “Gracias a la vida”.

Los familiares recordaron a don Antonio Battaglia como un gran hombre que será un ejemplo para todos, admirado por todos cuantos lo conocieron.

Lo despiden con misa en Gayosso

La última despedida para uno de los más grandes jugadores que ha tenido León, don Antonio Battaglia, quien fallecido a los 93 años la mañana de ayer, se llevará a cabo hoy al mediodía.

Los aficionados del glorioso equipo campeón de la década de los 40 podrán despedirse del ídolo en una ceremonia religiosa en la funeraria Gayosso del bulevar Francisco Villa, caerca de Torres Landa.

Se espera que después de la misa los restos de don Antonio sean depositados en el panteón San Sebastián, en una capilla donde descansan sus padres y algunos familiares, aunque según anunció la familia, podría haber cambios, depende de que el menor de sus hijos, Emilio, regrese de un viaje.

Fernando Battaglia, hijo del gran jugador argentino, agradeció el apoyo de los aficionados que sabe que donde quiera que estén, lo acompañan en su dolor y en el de sus hermanos.

“Les agradezco a las personas que han venido y que vayan a venir”, dijo.

‘Pierde el Club León una de sus glorias’

Como un inmortal definió el cronista deportivo Blas Barajas Flores a don Antonio Battaglia, fallecido ayer, mientras recordaba aquellas tardes en las que narró sus brillantes actuaciones vistiendo la camiseta esmeralda.

“Es muy lamentable de verdad porque hay personas que no deberían morir, una de ellas es Antonio Battaglia que nos dejó tantos recuerdos, tantas tardes de triunfos, de gloria, siempre luciendo su figura caballerosa”, comentó.

“Siempre como un verdadero ejemplo dentro y fuera de la cancha, realmente es un hombre fuera de serie en lo que se refiere a su condición no solamente de futbolista, sino como hombre de empresa”, agregó.

Con la voz quebrada por las imágenes mentales que recorrían su memoria, el periodista y amigo de don Antonio, compartió cómo fueron aquellos días gloriosos en los que se convirtió en uno de los mejores extranjeros que hayan jugado en León.

“Era un jugador excepcional, era un bastión de la defensa del equipo León y siempre puso su corazón en cada una de sus actuaciones, lo recordamos muy bien con su boina blanca luchando a brazo partido por obtener triunfos”, aseguró.

Para Blas Barajas la pérdida no solamente afecta al deporte, sino a todos los rubros por ser don Antonio, dijo, un personaje que también incursionó como empresario.

“León pierde a un gran hombre, una persona como él es difícil de encontrar en algún futbolista, lo siento verdaderamente, siempre fue un amigo para mí, siempre me trató con respeto, lamento mucho su muerte y la va a lamentar todo mundo, sobre todo quienes lo vimos jugar”, señaló entristecido.

“Battaglia siempre fue ídolo de la gente en sus tiempos, en sus primeros años con el León, uno de los mayores, para mí fue un jugador que no ha tenido símil en ningún otro, siempre lo consideré un jugador que debería estar actuando en equipos de Europa, pero siempre quiso quedarse en León y, caray, yo sí lo lamento mucho”, agregó.

Barajas refirió que un jugador tan grande para los Verdes merece homenajes por parte del Club León y de la directiva; “además es muy triste que no viera al equipo de sus amores en la Primera División de nuevo”, lamentó.

Lamentan Esmeraldas su partida

La noticia del fallecimiento de una de las leyendas del Club León conmovió a jugadores y cuerpo técnico que recién llegaban del viaje de Tamaulipas, en el que primero realizaron una escala en el Distrito Federal.

Pedro Muñoz y su auxiliar Sergio Martínez se sorprendieron con la noticia, ya que la cercanía con la familia Battaglia se incrementó por el trabajo que ambos realizaron en fuerzas básicas con Fernando Battaglia, nieto de don Antonio.

“Me vengo enterando apenas, pero le mandamos un saludo a su familia, mi más sentido pésame; fue un señor muy importante en la región y en el equipo por mucho tiempo, tuvo descendencia muy reconocida también, ahí está su hijo y ahora su nieto en fuerzas básicas”, comentó Muñoz.

“En este momento me agarran un poco desubicado porque apenas estoy asimilando la noticia, pero en la semana seguramente platicaremos con la directiva para ver qué podemos hacer en su honor”, agregó.

El capitán del cuadro verde, Alejandro Corona, reiteró las condolencias hacia la familia y dijo esperan pronto hacerle un merecido homenaje regresando el equipo al máximo circuito.

“La verdad no lo sabíamos, venimos llegando de Tampico, no estábamos enterados de esa noticia y qué podemos decir, en estos momentos es difícil poder decir algunas palabras, pero le deseamos mucha resignación a su familia”, expresó.

“La próxima semana seguramente se hará un minuto de aplausos, esperamos que se le pueda dedicar el juego; es una persona que quiso mucho al equipo, seguramente él desde arriba estará apoyando al León y deseando que el equipo esté en donde merece estar”, añadió.

Óscar Mascorro se enteró de la noticia a través de las redes sociales, donde desde temprano comenzaron a hacerse presentes las palabras de apoyo a la familia Battaglia.

“Leímos a través de Twitter de lo sucedido, es lamentable y doloroso recibir ese tipo de noticias, más porque es una persona que formó parte de una institución y que fue pieza importante de este plantel; conocemos poco de la historia, pero sí sabemos lo que realizó acá, por eso siempre va a ser doloroso, estamos con la familia; siempre son momentos difíciles, pero el apoyo está para todos ellos”, aseguró.

Recuerdan a su amigo

‘Estará su recuerdo conmigo’

Enterarse de la muerte de don Antonio Battaglia D’Ascoli deja a Alfonso Montemayor con la esperanza de llevar el recuerdo de don “Toño” siempre consigo por la amistad y vínculo que existió entre dos íconos del Club León.

“Espero que su recuerdo esté siempre conmigo; yo lo recordaré de la mejor manera posible que hay para recordar. Siempre estará su recuerdo conmigo”, aseguró Montemayor, para quien Battaglia fue como un hermano.

Don Alfonso, quien la semana pasada hizo una visita a casa de su amigo para saludarlo y ver cómo se encontraba de salud, se sintió triste luego de haberlo visto por última vez.

“La semana pasada estuve con él y lo vi bien, dentro de lo que cabe; hablando lento y más sentimental”, dijo “El Capi” con nostalgia.

Asimilar la pérdida de un amigo de casi toda la vida será complicado para Montemayor porque la relación que llevó con don Antonio fue muy buena y no sólo dentro de la cancha.

“Es difícil por los 67 años que nos conocimos; siempre nos llevamos bien dentro y fuera de la cancha”, recordó otro de los fundadores del equipo esmeralda.

Don Alfonso relató que Battaglia siempre sintió un amor especial por la ciudad y por México.

“Comentaba que era argentino de nacimiento, pero mexicano y leonés de corazón; siempre tenía palabras buenas para León”, confesó.

Montemayor se queda con una muy buena imagen de Battaglia, de quien tiene puros buenos recuerdos.

“Todo de él era muy bueno; como jugador, como padre, como esposo y como amigo”, finalizó don Alfonso.

‘Se fue un gran hombre’

Jorge “Tarzán” Davino recordó a Antonio Battaglia como un ejemplo para todos los jugadores argentinos y como un gran amigo, al cual sin duda alguna extrañará.

“Se fue un gran hombre, se fue un ejemplo de mucha gente, más de nosotros los argentinos, un señor enamorado de la ciudad de León, del equipo y lo único que se perdió por ahora fue ver al León en Primera, pero seguramente que lo verá desde el cielo”, dijo.

“Siempre fue una persona muy feliz, muy alegre, muy enamorado de la ciudad donde triunfó futbolísticamente hablando, como empresario y ejemplo para todos nosotros los paisanos”, agregó.

Battaglia fue parte de aquel grupo de legendarios argentinos que hicieron historia con la playera esmeralda y que además les abrió las puertas a más jugadores que escribieron páginas brillantes en la historia del León, entre ellos el mismo Davino.

“Marcos Aurelio, él (Antonio Battaglia), Óscar Nova y después los jugadores de acá nos abrieron las puertas a los jugadores argentinos”, aseguró.

Los recuerdos de vivencias fuera del futbol, momentos muy personales que vivió Jorge Davino al lado del señor Battaglia como él mismo lo definió, provocaron de inmediato la nostalgia.

“Recuerdo lo del tango, los domingos que venía al restaurante, cantábamos ahí, le encantaba cantar tango y así entre los dos, la pasábamos bien, lo voy a extrañar mucho”, recordó.

“A él la gente lo va a recordar como lo que fue, un señor, no mucha gente se le puede decir así, yo creo que Don Toño era uno”, aseveró.

Los homenajes para el señor Battaglia deberían ser una obligación por todo lo que le dio al club esmeralda, será decisión de los directivos hacerlos o no; sin embargo en Argentina ya tienen algo preparado, con su otro amor futbolístico, el Vélez, club en el cual se formó.

“Eso depende de la gente, lo que pasa es que los dueños del León siempre son gente de fuera y a lo mejor no saben mucho del sentimiento, el cariño y el afecto que tienen estos ex jugadores del León”, comentó.

“Ya se dio la noticia allá en Argentina, en Vélez, si Dios quiere el mes que viene vamos a ir allá, también algunos familiares, vamos a hacer una misa, que lo recuerden, porque a la gente que se ha portado tan bien la tienen que recordar”, finalizó Davino.

‘Se va el gran león de la defensa’

La muerte de don Antonio Battaglia es la pérdida de un hombre excepcional que enluta no sólo al futbol sino a toda la ciudad, consideró Primo Quiroz, ex directivo del Club León.

“Una gran pérdida, pero una gran pérdida no sólo para el Club León sino para la ciudad de León. Para el Club León porque se va un fundador, se va el gran león de la defensa, una gran persona, un gran empresario en León, que la ciudad va a echar de menos”, aseguró el ex presidente de “la Fiera”.

Consideró que se le extrañará por haber sido ejemplar en lo personal y profesional, y resaltó el amor que sentía por México y por León.

“Como persona y como empresario. He dicho que es un argentino de nacimiento, mexicano de adopción porque formó parte de la Selección Mexicana en el 52, en el Panamericano, pero un leonés de corazón”.

Quiroz dijo que recordará a don Antonio como “un gran señor, un gran león”, y se dijo feliz por el tiempo y las experiencias que compartieron.

“Yo fui su mascota, me siento muy orgulloso de haber estado con él siempre, me brindó una gran amistad, a mi familia… una gran pérdida”.

También ahondó en el trabajo que hizo por León, por la importancia que tenía esta ciudad para él.

“No nada más fue un gran ex jugador, un gran hombre y un gran empresario. Él siempre pensó en la industria del calzado, siempre pensó en León”, finalizó el doctor Quiroz.

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