lunes, 31 de octubre de 2011

Gracias a la vida


‘Gracias a la vida’
OCTAVIO ZÚÑIGA
NOTA PUBLICADA: 31/10/2011

“Abuelo, siempre pensamos que serías un inmortal y hoy nos lo has demostrado, lograste ascender en el minuto 90 con tres de agregado y allá desde el cielo junto con tus amigos le van a poner otra estrella al escudo, caballero de la cancha y caballero de la vida, te vamos a extrañar”, así despidió Mauricio Battaglia Velázquez a su abuelo Don Antonio, acompañado del resto de sus primos que con lágrimas en los ojos, dejaron ver el gran amor con el que lo dejan partir.

La segunda misa de cuerpo presente se llevó a cabo ayer a las 12 del día con la presencia de algunos veteranos del Club León y de Curtidores, como Antonio Carbajal, que llegó a ser su compañero de equipo, Alberto Etcheverry, Miguel Darío Miranda, Marco “Cuate” Mendoza, Miguel “Mulo” Gutiérrez, Pepe Ruiz, José Luis “Gato” Lugo, además del actual técnico de la Fiera, Pedro Muñoz.

Los restos del “caballero de la cancha” eran cobijados por las banderas de sus equipos, a los cuales siempre les estuvo agradecido y que les guardó un inmenso cariño, hasta el día en que dejó este mundo.

La misa fue oficiada por el padre Daniel Stevenson, también rector del Instituto Lux, quien ofreció unas palabras de aliento para los familiares y amigos, que con un gran pesar, montaban la guardia de honor alrededor de Battaglia.

“Ustedes deben sentirse muy afortunados, porque su padre y abuelo, fue una persona que siempre les dio mucho cariño, fue una persona que siempre buscó hacer el bien y que vivió intensamente, dejándoles grandes enseñanzas”, señaló.

Las guardias alrededor del cuerpo del señor Battaglia, eran continuas, uno de los que se acercó, fue Antonio “La Tota” Carbajal, observando atento a su amigo, que ahora descansa en paz y que tiene una misión desde el cielo, seguir apoyando al equipo de sus amores, los Esmeraldas de León, a quienes soñó tantas veces de nuevo en Primera División.

Conforme iban pasando las horas, el momento de la despedida final se acercaba, sus nietos, los 14, pasaron juntos al frente a dejar un mensaje para su amado abuelo, al cual recordaron con esas cachetadas italo-argentinas, de cariño, diciendo “cómo las necesito ahora”, siempre quedará presente en sus memorias, sentenciaron.

Una vez más, como en la primera ceremonia, la canción “Gracias a la vida” fue el himno de Antonio Battaglia, entre un mar de aplausos se despidió, tan grande, como la historia misma de su amado León.

La familia todavía no sabe la hora en la cual se llevará a cabo el sepelio de Antonio Battaglia en una capilla del cementerio San Sebastián junto a sus padres, todo dependerá de la llegada de Emilio, uno de sus hijos, quien se encontraba de viaje hasta ayer, pero que ya viene en camino.

Fernando Battaglia señaló que todavía falta saber la voluntad de su hermano.

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