Pagan lo que sea

Pagan lo que sea
Desde muy temprano aficionados leoneses hicieron fila para comprar un boleto para el partido de la Fiera ante Morelia. Foto: Omar Ramírez
Sacrificando todo, aficionados esmeraldas hacen cualquier esfuerzo para comprar un boleto y ver al León.
Por NÉSTOR GALINDO
Publicada el 08/22/2012
Cuestan entre 200 y 420 pesos, hay que formarse hasta una hora para comprarlos y quizá dejar de comer al menos un día. Pero cada boleto para ver al León vale la pena.

Así piensan los cientos de leoneses que ayer se formaron en taquillas del estadio Nou Camp. En total, en el primer día de venta de entradas para el duelo ante Monarcas se entregaron alrededor de 4,000 boletos.

“Sí, están muy caros, ¿pero qué le va a hacer uno?”, dice resignado Adolfo Estrada, quien acaba de comprar cinco entradas para la tribuna de Puerta 10. Se gastó mil pesos en esos boletos y por momentos se arrepiente, pero no deja de sentirse orgulloso de apoyar al León.

“Le estuve pensando mucho, no sabía si los iba a comprar, pero ya me decidí y vine temprano para comprarlos de una vez y así no andar con prisas el día del juego”, añade el aficionado, habitante de la colonia Los Olivos.

Las taquillas abrieron a las diez y unos 20 aficionados ya esperaban el inicio de la venta. Durante la mañana, la fila se extendió hasta 100 metros por el bulevar Adolfo López Mateos.

“Yo lo que creo que es que nadie nos obliga a venir y comprar los boletos. Sí, la verdad que sí están muy caro, pero nadie viene a fuerzas”, agrega José Luis Sánchez, quien también acaba de comprar cinco entradas, en su caso para Preferente.

Cada uno le costó 350 pesos y acepta que con ese dinero podría llevar a su novia a cenar, pero por esta semana, prefiere estar en el Nou Camp.

“Si queríamos estar en Primera, lamentablemente hay que pagar estos precios. No está bien, pero ni modo”, añade.

Claro que muchos más se quejan del aumento. Para el partido de la Jornada 4, contra Santos, las entradas se vendieron en 180, 300 y 360 pesos, mientras que ahora las localidades son de 200, 350 y 420 pesos.

“No es justo que nos cobren esto, uno mismo le hace el juego a los directivos viniendo cada 15 días y hasta más veces, porque ahora hay partidos de Copa, de Liga y no sé cuántas cosas más”, se queja Rodrigo Argote, habitante del barrio de San Miguel.

Que valga la pena

El aumento incluso es tema para los jugadores del León. Jonny Magallón, líder de la defensiva Esmeralda, considera una obligación dar espectáculo y ganar cuando sus aficionados deben pagar esos precios.

A ganar sin Matosas

León se prepara para vencer a Monarcas sin una de sus principales armas: Gustavo Matosas, suspendido para el duelo de este viernes.

El entrenador uruguayo fue expulsado en la Jornada 5, ante Cruz Azul, supuestamente por reclamar decisiones arbitrales.

Para Carlos Peña, uno de los protagonistas en el brillante arranque de la Fiera, la ausencia de Matosas no es problema menor, aunque la solución está en la cancha, con los jugadores, y en la banca, con el auxiliar.

“Pesa mucho (que Matosas no esté en la banca), porque él es un hombre que nos dirige muy bien, pero así como él pesa, también pesa su auxiliar (Sergio Martínez) y él está tranquilo porque Checo también puede hacer las cosas bien”, señala “El Gullit”.

La labor de Martínez será táctica, como encargado de dirigir los movimientos y de ejecutar los cambios, aunque Peña acepta que las personalidades del auxiliar y del entrenador son muy distintas.

Matosas, recuerda Peña, acostumbra exigirles al máximo, incluso con fuertes regaños, algo que los futbolistas toman como motivación y no como acoso. “Él siempre nos habla con respeto, nos pica un poco ahí el orgullo, pero siempre es lo que necesitamos. De repente estás un poco dormido en la cancha y que te grite, te despierta y te hace que andes activo”.