jueves, 30 de agosto de 2012
Entrega sillas de ruedas
La entrega de sillas de ruedas por parte del Club León se realizó por la mañana en el Estadio.
En la cancha del Nou Camp, jugadores y cuerpo técnico del León entregan sillas de ruedas a niños y adultos.
Por NÉSTOR GALINDO
Publicada el 08/29/2012
En ese campo lloró una vez, celebró al menos en dos ocasiones y ha luchado en una treintena de juegos. Pero hasta ayer Óscar Mascorro entendió que realmente el césped del Nou Camp es una alfombra para los sueños.
“El Toto”, el más fuerte de los jugadores del León, el que pasa dos horas diarias en el gimnasio y sólo abrió el llanto cuando ascendió, ayer empujó con delicadeza la silla de ruedas del pequeño Ángel Leonardo Ortega.
Curioso, casual nombre ese de Ángel Leonardo para el niño de cuatro años que se llevó la sonrisa de los esmeraldas, especialmente de Mascorro, a quien “quebró” con su confesa afición por la Fiera y su inquietud por saber cómo era el Nou Camp.
“Me platicó de cómo es su vida, me dejó estar un poco con él y sentir muchas cosas”, narró Mascorro tras empujar la nueva silla de ruedas de Ángel alrededor de la cancha.
El recorrido duró sólo ocho minutos, pero para el niño fue eterno y para Mascorro fue como cargar sus propias ilusiones.
“Me dejó marcado, es la verdad”, añade el zaguero.
A unos metros, aún en la cancha, Ángel observa sonriente a los jugadores de la Fiera, quienes entregaron 18 sillas de ruedas a adultos y niños con diversos tipos de discapacidad.
“El futbol lo vuelve loco; se emociona muchísimo cuando juega el León y lo pasan en la tele”, añade Blanca Rubio, madre del niño y quien lo llevó al Nou Camp desde su casa, en la colonia Deportiva II.
La emoción por el futbol es compartida por los Verdes, en especial por Gustavo Matosas, quien disfruta como si de una Final se tratara. “Estamos orgullosos de que nuestra gente, de nuestra ciudad, nos permita ayudarles de alguna forma”, dice el uruguayo.
Él, como Mascorro y varios más, está hiperactivo entre sus visitantes. Los Verdes van de un lado a otro repartiendo saludos, preguntas, besos y sonrisas.
De pronto se enganchan con uno de los pequeños, como Montes, quien le regala sus zapatos a Héctor Flores, de ocho años, quien los agradece con la mirada, emocionado.
La magia de la visita, coordinada por el DIF municipal y por la reina infantil Ivanna I, dura casi una hora y se corta sólo por el cansancio de los niños. Los jugadores en cambio, no quieren despegarse del pasto.
“Yo le voy al León y grito ¡Goool! Cuando anotan. Soy muy feliz cuando meten gol”, dice Ángel Leonardo como confesión de despedida. “Ahora nos sentimos más fuertes, motivados para jugar y ganar para dar alegrías”, le responde Mascorro.
Jornada perfecta para León, incluso si por cierto, no hay un sólo balón en la cancha.
‘Nos fortalece el alma’
Gustavo Matosas ni siquiera piensa en la motivación que un evento social puede darle a su equipo.
El entrenador de la Fiera aclara que lo principal, en eventos como el de ayer en el Nou Camp, es ayudar.
“No sé si hay un beneficio deportivo y tampoco lo espero, pero tiene un beneficio para el alma, digo para el alma porque la fortalece”, comenta el técnico de los esmeraldas, luego de que su plantilla entregó 18 sillas de ruedas.
“Este tipo de eventos son una política del club. Coincidimos en esta labor social con Rodrigo (Fernández, vicepresidente del equipo), con Jesús (Martínez, el presidente) y con todos los jugadores de que en la vida tienes la posibilidad de tener ciertas cosas por tu trabajo y qué bueno que le puedes echar la mano a la gente y no lo puedes olvidar, porque todos necesitamos algo”, añade.
Luchará por un puesto
Óscar Mascorro reapareció el martes en un duelo oficial, ante Monarcas, tras perderse la mayoría de los juegos de agosto por una lesión muscular. Vuelve a un equipo fortalecido por la experiencia en Primera División y en el que, acepta, será doblemente difícil ganarse la titularidad.
“Siempre el regresar de una lesión es importante, fueron tres semanas muy largas en donde por momentos entras en desesperación, pero bueno, ya tuvimos actividad”, comentó ayer el zaguero.
“Me falta ritmo, necesito seguir trabajando al 100% en los entrenamientos para poder adquirirlo y poder estar listo”, añade.
“La idea que el profe nos pide está muy clara, desafortunadamente los resultados no nos han acompañado con el accionar del equipo pero seguimos trabajando, seguimos enfocados en el día a día. Hay detalles que tenemos que mejorar pero lo importante es que esa idea se sigue trabajando”, concluye el tamaulipeco.
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