Hace 19 años...
Tita, hoy técnico de la Fiera, levantó la copa de Campeón del Futbol Mexicano. Foto: Eduardo Maceira / Noticias VespertinasNoticias Vespertinas de El Sol de León
7 de junio de 2011
Francisco Sánchez
León, Gto.- Parece que fue ayer, la afición del León tiene mucha memoria, recuerda con dolor los últimos fracasos en la Liga de Ascenso y hasta aquel fatídico título perdido contra Cruz Azul en el '97 pero lo que se guarda muy dentro del corazón es aquel 7 de junio de 1992 a las 12:00 del mediodía en el estadio León. León de Víctor Manuel Vucetich y Puebla de Manuel Lapuente disputarían la final del futbol mexicano.
La afición, todos, no la sabemos, en la puerta el experimentado Marco Antonio "El Chato Ferreira", por la zaga derecha el roble de Alfredo Murguía, impasable lateral que fue aplaudido por sus barridas en ese sector, por el lado izquierdo; El Pinocho Castañeda, un zaguero mordelón con una velocidad increíble que detenía a cualquier delantero peligroso; en la defensa, el grandote Carlos Turrubiates que tenía más corazón y cuerpo que futbol en las piernas, y de libero, el melenudo chileno, Edgardo Fuentes que con su manejo del sector bajo, controlaba y dirigía a los guardianes de la defensa Esmeralda.
La media era defendida por cuatro mosqueteros, uno era ese menudito, chaparrón Martín Peña que se ganó el cariño de la gente por su desgaste y su vocación ofensiva; en el centro, Benedicto Bravo que fue el reemplazo de lujo de los Felinos ante la ausencia por lesión de otro grande como lo es Alberto Coyote; por el lado izquierdo, sólo existía un hombre en el León y era Marco Antonio Benato "Marquinho" que tenía una zurda privilegiada para mandar pases de 40 ó 50 metros y siempre fue la mano derecha de ese "10" que nadie olvida, Milton Queiroz Tita, que fue el arma emblemática de los Panzas Verdes para llegar a estas instancias.
En el ataque estaba por extremo derecho, "El Toki" Castañeda que entró por la expulsión de Ze Roberto en el partido de ida en una jugada con el "maloso" Paco Ramírez" que ahora lo recordamos como auxiliar de Aguirre en la Selección Mexicana, y el 9 natural de los Verdes era Paco Uribe que tuvo una gran campaña que le dio el puesto de titular.
En el otro lado de la moneda, los Camoteros contaban con "el portero de la selva", Pablo Larios; dos "venenosos" centrales como lo eran "El Coreano" Rivera y Ruiz Esparza; tenían a Poblete y de cambio entró Zico.
La gente en la tribuna nunca dejó de gritar y apoyar, no aparecía una genialidad de Tita, Marquinho y Peña tocaban e insistían por abajo, pero Lapuente mandó a la cancha 5 defensas, 4 medios y un delantero que no permitían nada, los balones que llegaban a Paco Uribe y Castañeda eran reventados por Esparza y "El Coreano".
Minuto 104 manda Marquinho un centro al área penal, Pablo Larios sale, Paco Uribe la pasa con la cabeza y el grandote Carlos Turrubiates gana el salto para mandar el balón a las redes; la locura, corre con las manos abiertas y la gente casi derrumba el inmueble del festejo. El segundo gol no fue menos emocionante, Arturo Brizio marca una falta de Ruiz Esparza sobre Tita que delante del silbante le lanza improperios ante la indiferencia del brasileño que se saborea su gol. Todavía una última advertencia del defensa poblano al "Crack" de los Verdes que sólo piensa en meter su gol. Se perfila... balazo que choca contra la humanidad del mismo Ruiz Esparza, el 2-0 definitivo que le daba la quinta estrella al León. En la tribuna, la locura; en la banca del León esperan el silbatazo final, Zermeño en el palco no lo puede creer, la corona.
¡Qué tiempos aquellos!, siguen muy marcados en miles de leoneses que se niegan a creer que este León pueda resucitar y que otro Tita los haga campeones pero para eso falta primero el ascenso.
Ya son 19 años, ¿cuántos años pasarán para poder vivir un momento así en el ya legendario Nou Camp?
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