¡Qué pena!

Cuando parecía que León tenía todo controlado y que por fin probaría el triunfo, un cúmulo de errores provocaron un nuevo descalabro en una desastrosa temporada de los Esmeraldas. Foto: Especial.
El Sol de León
26 de abril de 2015

Luis Hernández

Guadalajara, Jal.- Ya no es mala suerte, pareciera una mala costumbre. León dejó el corazón en casa, olvidó la disciplina en el vestidor y perdió un partido más en el Clausura, uno que pudo haber ganado, uno en el que Gonzalo Ríos pudo haber marcado la diferencia... pero no fue así. La Fiera cayó por 3 a 2 ante Atlas en el Jalisco.

Con tan sólo tres minutos de juego, Jonathan Bottinelli ponía adelante a la Fiera con un remate de cabeza tras un córner cobrado de manera precisa por Fernando Navarro.

Sin embargo, a pesar de que en el tema ofensivo marchaba bien, la zaga esmeralda comenzó a perder balones, a moverse sin velocidad y a dejar espacios peligrosos que parecían no ser utilizados por los Rojinegros. No obstante un pestañeo se convirtió en un serio error.

En su intención por salir tocando desde el fondo de la cancha, José Juan Vázquez perdió la pelota en los linderos del área. La esférica llegó a los pies de Luis Caballero, quien sin pensarlo dos veces perforó la meta Esmeralda para poner el empate a unos en el marcador.

NAVARRO PUSO LA LUZ

Con el pase de los minutos los Verdes comenzaron a recuperar la confianza, a dominar el encuentro. Con 21 minutos en el cronómetro, Fernando Navarro, una de las novedades en la alineación inicial de Pizzi, prendió con violencia la pelota para enviarla hasta el fondo de las redes tras un fino toque al palo izquierdo de la meta de Vilar para el segundo gol del León y dejar en claro que podía vivir una gran noche.

A pesar del dominio en el marcador, la Fiera no dejó de pisar el acelerador, poco a poco cerró sus filas y dejó de brindar espacios a la ofensiva de la Academia. Del medio campo para adelante, la plenitud de los Verdes fue total.

Ya en la agonía del primer tiempo, Atlas trató de buscar el segundo gol pero William Yarbrough se puso la capa de súper héroe en un par de ocasiones para salvar a la Fiera.