viernes, 25 de enero de 2013

Perdió un ojo


Perdió un ojo y nadie da respuesta
Publicado el:25 / 01 / 2013 dentro de: Local
PERCANCE EN EL ESTADIO; CLUB LEÓN NO DA LA CARA
         
Piden que boletos del estadio incluyan seguro

Julio César Salas

La vida dio un vuelco para Francisco Javier Muñoz Domínguez el 17 de noviembre del 2012, fecha en que el equipo León jugó contra el Cruz Azul.

Cerca del estadio, al terminar el encuentro de futbol, el adolescente de 15 años fue atacado con un petardo por integrantes de una de las Barras que apoyan al Club León.

Identificados en el momento, se dio aviso a la Policía para que actuara de inmediato, la respuesta de los elementos de seguridad es que no podían hacer nada porque los atacantes estaban festejando que el León pasaba a la semifinal del Torneo de Liga.

Desde las 9:30 de la noche en que sufrió la agresión comenzó un calvario de 20 horas donde no recibió atención médica en el IMSS, con el ojo derecho expuesto, el pómulo y maxilar fracturados esperaba un oftalmólogo que no pudieron localizar en ninguna de las clínicas del Seguro en todo el estado.

Pasado ese trago amargo, sus familiares levantaron una denuncia en el Ministerio Público con el número de expediente 21791/2012; misma que ahora está en la oficina del Subprocurador de la Región A.

ASOCIACIÓN EN AUXILIO

Su tío, Mario Iram Hernández inició una asociación civil “Niño Francisco Javier Muñoz Domínguez” que tiene dos objetivos: recabar firmas para evitar la violencia en los estadios y que más personas resulten lesionadas de por vida; y el otro es tratar de que las autoridades municipales y los dueños del club León ayuden en la rehabilitación y desarrollo de su joven sobrino.

“Él tendrá que cambiar la prótesis (de su ojo) conforme vaya creciendo y tiene costos de 25 mil pesos; pero también pedimos que se acabe la violencia, es una asociación que tiene como objetivo la prevención”, dijo.

Hasta el momento el Club León le ha negado una entrevista según dijo Mario Iram Hernández, quien también criticó la falta de atención oportuna por parte del IMSS y la desatención de los policías municipales.

“Intenté hablar con los dueños del Club León cuando jugaron contra los Xolos (el partido de la semifinal) pero los guardias me dijeron que yo no tenía nada qué hacer en el palco, me sacaron, y aunque he insistido no me quieren recibir”. Solicita la intervención de la alcaldesa Bárbara Botello para que puedan atender su caso, ya que el joven también necesita otros apoyos como una beca para concluir sus estudios y pueda forjarse como profesional.

También necesita recibir ayuda psicológica para poder continuar sus actividades aceptando que solo tiene un ojo.

La asociación ya ha realizado un evento para la reunión de firmas para evitar la violencia, y lograron el apoyo de 800 personas con números telefónicos y nombres completos.

Otros planes de la asociación es la creación de campañas Gol por la paz y que los aficionados sean los primeros en erradicar la violencia de los estadios.

La agrupación Ciudadanos Hartos apoya a la reciente asociación y exige al Club León la atención inmediata del adolescente.

“El equipo León se ha lavado las manos. solo le importa la afición cuando gana, pero cuando se trata de recibir a los afectados de esta tragedia ni siquiera los recibe”, dijo Humberto Reyes, ex candidato a la Alcaldía por el Partido del Trabajo en las elecciones pasadas y que forma parte de Ciudadanos Hartos.

Exigió que en los boletos del estadio, venga impreso que el Club León se hace responsable de un seguro de vida por daños que pudieran recibir los aficionados, antes, durante y después del partido, en el estadio y en sus cercanías.

Por su parte, Israel Canseco, también miembro de la agrupación Ciudadanos Hartos, pidió que el club León se hiciera responsable de las agresiones que sufrió el menor.

“El municipio de la alcaldesa Bárbara Botello tiene que hacer presión porque el estadio León es del municipio, exigimos además la eliminación de las barras que denigran al deporte, porque hay muchos inadaptados que solo van a sacar su frustración y dejan marcadas a muchas familias por los daños que ocasionan”, concluyó.

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