Desarticulados

Para la segunda mitad, los primeros 10 minutos de juego fueron de ida y vuelta, luego el León volvió a la misma imagen de la primera mitad.

El esbozo de ese León duró poco con una jugada al minuto 50, donde Burbano soltó centro al área chica donde apareció Pacheco para conectar de cabeza, el balón dio en el travesaño.

Al minuto 56 Matosas sacó a Maz para darle de nuevo oportunidad a un Yovanny Arrechea, que sigue sin convencer, un par de minutos más “gastó” sus 2 cambios restantes con la entrada de González por Magallón y Burbano por Montes buscando mayor control en la media cancha.

La intención fue buena, sin embargo resultó poco efectiva para un León que parece haber olvidado su juego “espectacular”.

Con un León apenas acomodándoseen el campo, apareció Peralta de “palomita” para meter el segundo a los 57 cuando remató con la cabeza en el área chica un pase del estadounidense Hérculez Gómez.

Con “Chapito” dentro del campo se logró mayor número de jugadas a la ofensiva, sin embargo ni Arrechea, ni Britos, conectaron a puerta.

La desarticulación e inconsistencia contrastaron con un Santos ordenado, con mayor confianza y que arriesgaron lo necesario.

Para los últimos 10 minutos con un resultado a su favor, los de Torreón se dedicaron a controlar el esférico mandando Cándido Ramírez y a Rentería.

Salinas, compite para gol de la semana

El golazo de Rodolfo Salinas y el trabajo en medio campo que realizó en el juego de la jornada cuatro, le dio los argumentos suficientes para convertirse en la figura del partido.

Tras un gol anulado a su compañero Hérculez, Rodolfo Salinas sacó su rifle para ponerle orden al asunto y encaminar a Santos a la victoria. La técnica de golpeo y la potencia del disparo fueron precisas para competir por el gol de la semana.

Pero el trabajo de Salinas no quedó ahí, ubicado en la media cancha, Salinas mantuvo ocupados a los centrocampista de León, Pacheco y Gallo Vázquez, a los cuales obligó a dejar de proyectarse al ataque.

Además tuvo una gran proyección a la ofensiva, se enchufó con Quintero, Peralta y Gómez a quienes asistió en múltiples ocasiones. Tuvo en Juan Pablo Rodríguez el respaldo para agregarse a ataque sin necesidad de preocuparse de más por los posibles contragolpes enemigos.