Nuevos Leones Negros

Nuevos Leones Negros
NÉSTOR GALINDO
NOTA PUBLICADA: 7/2/2012

No son brasileños, ni juegan para la UDG. Estos “demonios” son colombianos y también felinos. Dos nuevos esmeraldas que le dan un rostro explosivo al León del Clausura 2012.

Hernán Darío Burbano y Éisner Loboa son los nuevos Leones Negros. Nada que ver con aquellos cinco brasileños que en los ‘70s revolucionaron al futbol mexicano, con el equipo de la Universidad de Guadalajara. Pero sí mucho que ver en cuanto a buen futbol, velocidad y ataque incesante.

“Creo que somos rápidos por naturaleza, es algo que ya traemos”, suelta Loboa, el que prefiere jugar pegado a la raya derecha. Ahí arranca, ataca y hiere, como lo comprobó el sábado la defensa de Lobos.

Burbano fue el primero en llegar a León, a mediados de diciembre. Fue la carta de presentación ante Gustavo Matosas, el entrenador, quien seguramente le vio talento, puesto que de inmediato aprobó el fichaje de Loboa, el otro colombiano, quien llegó a final de año.

Eran amigos desde que jugaban en el Deportivo Cali de su País. Pero es en las canchas mexicanas en las que comienzan a hacerse cómplices.

“Aquí el futbol es más dinámico, los defensas dejan pensar menos al delantero, siempre te están presionando y hay que jugar más rápido”, comenta Burbano con una timidez que no disminuye, aún con sus ya seis semanas en León.

Resulta entonces que la presión de los rivales lo obliga a jugar más rápido. Quizá si los rivales hubieran conocido esa consecuencia, habrían presionado menos.

El caso es que con ellos en la cancha, León se revoluciona. “En el equipo hay muchos jugadores con talento, también son rápidos… sobre todo que tenemos un grupo muy ambicioso, que piensa en cosas grandes”, añade Loboa.

Burbano, quien hasta ahora jugó mejor por izquierda, también destaca el aporte colectivo. “El jugar tan ofensivo y anotar muchas veces es consecuencia del trabajo que se hace todos los días, sabíamos que el trabajar bien daría buenos resultados”.

Incluso, aceptan los dos, la adaptación al clima, al ritmo de la Liga de Ascenso y a los compañeros ha sido más fácil a lo esperado. “Pensamos que nos costaría más, pero vamos muy bien”, recalca Burbano, quien ya tiene cuatro juegos en la campaña.

Tampoco ha pesado la altura y, según recalca Loboa, el ritmo de la división se acepta en conjunto. “Tenemos que jugar rápido y lo hacemos, no hay más”.

Eso sí, las patadas son más duras y frecuentes. Éisner recuerda que en Colombia podía fintar y desbordar con cierta libertad. En México hay más golpes, pero el mismo descaro.

“Puede ser cosa de mentalidad, aquí a los jugadores (defensas rivales) no le gusta que hagas payasadas, que te burles… de inmediato viene el golpe, pero hay que seguir intentándolo”.

pFelices en León

Donde no hay descortesías es en las calles leonesas. Ahí los colombianos sólo han encontrado buenas caras. “Salimos mucho a restaurantes, a centros comerciales, a conocer la ciudad”, recuerda Burbano.

“Estamos muy contentos en la ciudad, hasta ahora todo bien y felices porque no pensamos que en tan poco tiempo estaríamos jugando y con el equipo bien”, recalca. Eso sí, también aclara que León aún no gana ni la décima parte del objetivo.

Como todos en León, pide calma e incluso preparación para un mal resultado. “Llegará el partido en que ganemos 1-0 o no ganemos, pero cada juego es diferente y así hay que encararlo”, cierra Loboa.

Y si hace 35 años el mítico Ángel Fernández bautizó a cinco brasileños como los Leones Negros en la UDG, por cierto próximo rival del León, quizá los méritos de esta dupla puedan llevarlos a la misma altura. Aunque para eso, hay que ascender. No hay más.