Festín esmeralda

Festín esmeralda
León derrotó tres goles por cero a los Pumas Morelos en una noche donde el espectáculo lo dieron los jugadores cafeteros del León. Loboa se estrenó como goleador.

2012-02-19•Futbol Mexicano

La noche fue colombiana. Los cafeteros están fuera de serie, no hay quién los pare, no hay quién los doble, no hay quién juegue a su ritmo. Los colombianos juegan su liga, una liga aparte.

Eisner Loboa y Hernán Darío Burbano llegaron al León a poner su sabor. Ayer, por primera vez, iniciaron un partido juntos y son algo así como el hombre bala, como si tuvieran el demonio dentro.

La Fiera apareció en el Nou Camp y espantó a un cachorro Puma, que salió bien librado y sólo pudo llevarse solamente tres goles en un partido donde parecían un lindo gatito.

Pumas Morelos no era el gran rival, su única arma letal era la velocidad, pero Gustavo Matosas los sorprendió con los colombianos de arranque, quienes fueron más veloces.

Uno por derecha, otro por izquierda, Enrique López Zarza no supo que hacer, si buscaba detenerlos, aparecían Maz, Montes y compañía. No tenía salida.

Matosas fue inteligente, no salió a devorarse al cachorrito. Inició con un parado de 4-4-2, así durante los primeros 20 minutos, después de analizarlos cambió a su tradicional y venenoso parado de cinco. Ahí los colombianos se dieron vida.

León siempre fue por las bandas con Eisner y Hernán Darío, a quienes nunca pudieron frenar, ni a codazos ni zancadillas, único recurso de los universitarios.

La buena noche para los cafeteros comenzó a los 20 minutos de juego cuando El Lobo anotó el primer gol de la noche, antes ya le habían anulado uno. Después, Sebastián Maz a base de fuerza e inteligencia robó la pelota y anotó el segundo gol. La Fiesta comenzaba.

Así terminó el primer tiempo, con un León dominante, temerario, pero también vulnerable en el último toque.

León fue muy superior ante un lindo gatito. Para la segunda parte los verdes se dieron vida, ganaron y se adornaron, intentaron hasta la menos pensada y fallaron cuanto quisieron, pero al final finiquitaron.

Enrique López Zarza nunca encontró respuesta. La juventud de Pumas fue su principal pecado, quienes se asustaron con las fieras negras.

Aunque el partido tuvo un momento flojo porque los universitarios ya no salían de su zona para evitar los embates verdiblancos, León mostró oficio, sacó su picardía.

Paseó la pelota, la tocó de un lado a otro, provocando al equipo rival a salir de su terreno de juego, pero poco cedían.

El partido volvió a encenderse después de los quince minutos de la parte complementaria con el sabor colombiano, quienes empezaron a hilvanar jugadas para el equipo y para la tribuna, en especial Hernán Darío.

El caucano fue la pesadilla para los jóvenes universitarios durante todo el partido, quienes al final quisieron encontrar con la falta la única manera de frenarlo, pero ni así pudieron. Lo van a soñar.

El León perdonó a un triste e indefenso cachorro de Puma. Su dominio fue completo, pero pudieron haber marcado más de tres goles.

Antes de hacer el gol definitivo, Edwin Hernández, quien entró al arranque del segundo tiempo por lesión de Iván Pineda, tuvo la oportunidad de marcar dos goles y uno más de Sebastián Maz, que a base de esfuerzo recuperó la pelota y voló al arquero, pero el balón fue al poste.

Loboa, al igual que su amigo y cómplice fue bastante peligroso, pero aún no está al cien por ciento, a seis minutos del final estaba agotado y Matosas decidió darle descanso y la ovación del público.

En la parte final, los verdes finiquitaron el partido con el tercer gol que se negaba, una gran jugada de Sebastián Maz que compartió con Carlos Peña para sólo firmara.

Fue una noche de fieras negras sobre el Nou Camp. Eisner Loboa y Hernán Darío parece que tienen pacto con el diablo.

León está imbatible, conserva el invicto, es líder absoluto, ahora viene el Clásico del Bajío y a esta afición la han vuelto a poner a soñar.
Julio Saucedo | León