martes, 4 de enero de 2011
Vence Leòn al Pachuca
Vence León al Pachuca
REDACCIÓN/Octavio Zúñiga
NOTA PUBLICADA: 1/4/2011
¿A qué sabe el reencuentro de ‘Tita’ con el Nou Camp?
Sabe a victoria sufrida, pero merecida; a garra, a lapsos de buen futbol, a nostalgia, a expectativa y a mariposas en el estómago.
Sabe al placer de vencer al Pachuca, al menos en amistoso, y a tribunas llenas aunque sea en un partido de pretemporada.
Sabe a largas filas para entrar al estadio. Al grito de 23,000 leoneses cuando notan que Milton Queiroz, el tan añorado ‘Tita’, es por fin su entrenador.
Sabe también a paciencia, a saber que a este entrenador, por obligación y convicción, hay que darle tiempo, porque si hay alguien que sin duda dará la vida por el equipo, ese es el brasileño.
Con él, el resultado cuenta porque es parte de su leyenda. Su Fiera venció 1-0 al Pachuca, con un tanto de cabeza de Luis Nieves, justo a la media hora de partido.
Y es que ayer, la jornada fue casi soñada.
Nadie se quedó sentado cuando fue anunciado como el director técnico de los Verdes. Ningún jugador pudo opacar el grito de ‘Tita, ‘Tita’, coreado hasta por los cubeteros, algunos de los cuales siguen en la tribuna como hace casi 20 años, cuando los ‘Titazos’ eran comunes en el Nou Camp.
Fueron sólo 45 segundos de gritería, pero bastaron. Aquellos con la camiseta marca Pony, la de 1992, se pasearon orgullosos por los pasillos. En la tribuna de puerta 5, los aplausos incluso acompañaron el llanto de alguno.
Queiroz agradeció la ovación con sencillez. Levantó las manos, hizo una reverencia y caminó al centro del campo, donde ya sus 28 jugadores lo esperaban con tímidos aplausos.
Posiblemente ninguno de ellos lo vio jugar en ‘vivo’, pero es seguro que ayer entendieron la importancia de esta relación. ‘Tita’ y la afición revivieron así su viejo amor.
Luego, ya en el juego, Queiroz tomó su papel.
Sólo sonrió cuando los seguidores reanudaron el ‘Tita, Tita’. En cambio, se desgastó la garganta dando indicaciones a la defensa. Regañó a los mediocampistas y pidió calma cuando las entradas subieron de tono.
Pachuca también entendió el peso del juego y pronto descartó el ritmo amistoso. Las barridas, las faltas, dieron para comentar. Un poste, a disparo de Braulio Luna, evitó la igualada y Miguel Calero trató de robar protagonismo con un singular show ante los aficionados, con manoteos y una pose fanfarrona que le quitó pesadumbre al segundo tiempo.
Magia final
Pero ya entonces, todos esperaban una sola jugada.
Era casi una exigencia que un zaguero de Pachuca pateara a un esmeralda a la entrada del área. Y cuando esa falta se dio, la magia llegó.
Nada subió tanto los decibeles como el ‘Tita, Tita’ que precedió al cobro de los esmeraldas.
Mateo Fígoli y Orlando Pineda acomodaron el balón. Queiroz observaba desde la banca y más de uno, en la tribuna, realmente esperaba que su técnico entrara corriendo al campo para cobrar el tiro libre.
No fue él, pero Pineda por poco y revive el ‘Titazo’. Su tiro potente se estrelló en el poste izquierdo y el ‘Ah’ ahogó el gol.
Fue un dolor de sólo unos segundos y luego, al final del juego, la ovación fue absoluta, con sonrisas e ilusión.
¿A qué sabe el regreso de ‘Tita’ al Nou Camp?
Sabe a esperanza, a esperanza esmeralda.
Lo mejor
El recibimiento que tuvo Miltón Quieroz ‘Tita’ cuando el sonido local lo presentó como director técnico de la fiera, con una afición totalmente entregada. Además, su equipo tuvo destellos.
El gol de cabeza anotado por Luis Nieves, que provocó el delirio por parte de los aficionados que decidieron asistir a la presentación de la Fiera y que a la postre sería la diferencia.
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