jueves, 21 de marzo de 2013

Entrena La Fiera


Entrena La Fiera con intensidad
Publicado el:21 / 03 / 2013 dentro de: Deportes
         
Cualquiera que hubiera visitado el entrenamiento de León ayer en la Casa Club, habría pensado se está peleando la final de la Liguilla, y es que, a pesar del mal torneo que La Fiera ha vivido, la intensidad y la exigencia para con el plantel no ha disminuido.

Al cuerpo técnico de los esmeraldas poco les ha importado el descanso obligado debido a la fecha FIFA, León inició su práctica, como siempre, en punto de las 9 de la mañana en Casa Club y luego de muchas jornadas, con el plantel completo disponible.

Gustavo Matosas ya se frotaba las manos mientras los muchachos calentaban bajo las órdenes de José Altieri… “por fin, muchos a quienes regañar”, pensaba el uruguayo quien de inicio dividió a su plantel en dos para iniciar la práctica en espacios reducidos.

Y si en la cancha del estadio León es imposible no escuchar a Matosas, peor les fue a algunos en la Casa Club… “¡Nery!, dala fácil carajo, ¿qué intentas?”, “Burbano, ¿qué te pasa hoy eh?”, y qué decir de Othoniel Arce, Ignacio González y Juan Luis González, el arquero de los esmeraldas sub 20, quien ni a sus 21 años se salvó… y eso que el profe llegó animado.

Poco después, el plantel completo se dividió en cuatro equipos que protagonizaron en las dos mitades de la cancha encuentros muy intensos, rápidos y de mucha potencia física, así como los quería Matosas “¡Sufran, sufran!, ¡que no puedan respirar!”.

En uno de esos encuentros, fue Yovanny Arrechea quien por poco y se queda sin jugar luego de una artera entrada por detrás de Rafael Márquez, quien como si nada se acercó al colombiano, “Perdón hermano pero ya párate”… pues sí, como Rafa no fue el golpeado.

Todo quedó sin consecuencias para Arrechea quien siguió jugando sin problemas así como Sebastián Maz, quien regresó al plantel como si nunca hubiera estado lesionado… vaya que esa clínica funciona, y funciona muy bien.

El entrenamiento terminó pasadas las 10 de mañana luego de casi una hora 40 minutos de práctica, no sin antes festejar a William Yarbrough por su cumpleaños, desperdiciar medio pastel estrellándole al pobre hidrocálido un pedazo en la cara y ahora sí… ¡todos a las regaderas!, a pesar de todo, León le pone al mal tiempo, buena cara.

(REGINA YÉPEZ)

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