jueves, 26 de abril de 2012

Viven a tope el juego



Viven a tope el juego
JULIETA MÉNDEZ
NOTA PUBLICADA: 26/4/2012

A larga distancia los aficionados de la fiera vivieron con intensidad minuto a minuto el duelo de ida ante Correcaminos.
El Rincón Gaucho Tradicional estaba a tope. Minutos antes del arranque del partido, ya no había lugar, todo estaba pintado de verde y blanco.

La euforia y la garra del equipo en la cancha, se trasladó hasta esta ciudad, mientras los leoneses veían pasar los minutos en las diferentes pantallas ubicadas en el restaurante.

Las primeras de peligro llegaron para ambos equipos. Aunque había la confianza en el cuadro de Matosas, la afición verdiblanca no ocultaba la cara de preocupación cada que los de Victoria se acercaban con peligro a la meta de Édgar Hernández.

León también respondió y la gente comenzaba a calentar las gargantas con gritos de gol, que se ahogaban ante la oportuna aparición de Éder Patiño.

“Vamos León” y “traemos mejor equipo”, fueron las frases que aparecieron tan pronto la fiera iba ganando terreno en el Marte R. Gómez.

Y llegó el gol. La pasión entre los aficionados estalló de inmediato, celebrando a lo grande el primer tanto que apareció obra del campeón de goleo Sebastián Maz.

El hambre por regresar con una ventaja más cómoda aparecía en cada jugada de la fiera, y es que cada balón recuperado recibía de inmediato el aplauso de su afición a varios kilómetros de distancia.

Con el paso de los minutos, Éder Patiño le robó las ganas de celebrar más goles a los verdes.

Primero Burbano, luego Maz y hasta Carlos Peña replicaron su rostro e angustia en los seguidores, que no quitaban ni un instante la mirada de la pantalla que se atrevía a jugar con los nervios de los leoneses, perdiendo por instantes la señal.

Los constantes gritos de aliento incrementaron el calor y la sed de más goles que sólo era sofocada por un poco de tequila, una cerveza o hasta una botella de cualquier marca para acompañar la agonía del partido.

Al final, Correcaminos se perdió la más clara y la gente pudo respirar al ver salir el balón muy lejos de la portería de Hernández.

La esperanza y la ilusión renacía en los rostros de los aficionados leoneses, ya sienten más cerca la Primera División, y su ilusión no es tan distante de la realidad.

Así, varios visitantes extranjeros que cenaban en el lugar, se convirtieron en fieras por una noche, ante la pasión con la que se celebró la victoria en la ida.

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