viernes, 19 de agosto de 2011

Esperan fundadores resurgimiento


Esperan fundadores resurgimiento del León
REDACCIÓN
NOTA PUBLICADA: 19/8/2011

De sus piernas y corazones nació el espíritu del León.

Antonio Battaglia y Alfonso “Capi” Montemayor comparten desde hace 67 años un intenso cariño por el club que los trajo a la ciudad, que les dio la gloria y que, confiesan sin rodeos, esperan ver de nuevo en primera antes de morir.

Reunidos por Primo Quiroz en casa de Battaglia, los amigos, lo ex compañeros, los hermanos de camiseta y escudo, charlan alegremente sobre aquellas hazañas con la Fiera, cuando formaron el prestigio del primer campeonísimo del futbol mexicano.

Mañana, ambos festejarán el aniversario 67 desde su debut en la Liga Mayor, cuando León, “el equipito curtidor” como confiesa Battaglia se les consideraba, venció al poderoso Atlante de Horacio Casarín. Fue un 5-3 en el extinto estadio Patria y ese marcador, por su simple espectacularidad, muestra el porqué este equipo nació grande.

Antonio Battaglia Me vienen tantos recuerdos a la mente, ahora que se viene otro aniversario. Me acuerdo que a León vinieron Ríver Plate, Vélez, tantos equipos poderosos y casi ninguno salió vivo. En aquellos años, León era el equipo de respeto de México.

Alfonso Montemayor Sí, cuando querían que un mexicano le ganara a un extranjero, nos hablaban a nosotros. Sólo el Vasco de Gama nos ganó, fue un 2-1, pero era la base de la selección brasileña.

AB Era el equipito curtidor. Los extranjeros, los argentinos, los europeos, pensaban que aquí ganaban y nadie salía vivo. Eran tiempos de mucha alegría. Venía el Vélez, otro equipo humilde, pero en Argentina había jugadores por montones y muy buenos, muchos más buenos que yo, pero tuve la suerte de llegar aquí en ese agosto del ‘44.

Me acuerdo que cuando me dijeron, ‘Vas al León’, pensábamos que era un equipo de la capital, de México. Nos recogió don Sebastián Martínez, el presidente del equipo, en el aeropuerto de la capital, nos trajo en carro, viajamos toda la noche y ahí nos explicó que León tenía 250,000 habitantes y nunca había tenido equipo en Primera.

AM Era una ciudad beisbolera, a mucha gente no le interesaba el futbol, pero nos tocó la suerte de iniciar esto.

AB Sobre todo que en el primer partido estaban 3,000 personas, contra el Atlante; ganamos y al siguiente estaban 6,000, luego 9,000 y así se fue haciendo futbolera la ciudad y nosotros, en la cancha, encantados. Teníamos un equipazo.

AM Y qué jugadores, Marcos Aurelio era un gran jugador y es muy curioso que le he preguntado a muchos quién es el mejor jugador en la historia del equipo y todos dicen que fue él. No tiene comparación, era un jugador de clase, de gol, de corazón, lo tenía todo.

AB Nosotros le dimos todo al equipo, pero también el club nos dio la vida. Yo sólo le tengo agradecimiento, me dio una familia, una casa, un poco de dinero, amigos como mi compadre (Montemayor), una vida...

AM Y la gloria, compadre.

AB Sí, claro, la gloria de los títulos, de ser el primer campeonísimo.

AM Veinte años antes de las Chivas, porque nosotros ganamos Liga y Copa en el ‘49 y eso, ser campeonísimo, ningún otro equipo lo presumió antes.

AB Y además, cómo nos divertíamos...

AM Me acuerdo del autobús Santander. Me lo traje de Querétaro para acá cuando le ganamos al Oro en México, cuando ganamos el título del ‘47; “El Picado” Rosendo, el chofer, se echó sus tragos y ya nos andábamos volteando saliendo de México, así que me traje el camión manejando para festejar acá. Era un camión muy especial, había que sincronizarle muy bien las velocidades, pero nos llevó por todo el país.

AB Qué tiempos aquellos, por eso hace 15 días que tuve la oportunidad de comer con “Tita”, un buen amigo, me decía que iban a hacer un buen papel y le digo, ‘No, aquí no cabe, no vale un buen papel, aquí es ascender, es la gloria de este equipo, no menos, no finales. Ascender y ya.

Tengo casi 93 años, pero antes de que me vaya, voy a ver al equipo en Primera. Es mi sueño, el sueño de muchos y lo vamos a ver campeón, compadre...

AM Dios quiera, compadre.

AB Yo sé que va a subir, va a subir y nos va a dar la alegría de nuestra vida. Va a subir...

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