domingo, 18 de noviembre de 2012

DESAPARECEN FANTASMAS


DESAPARECEN LOS FANTASMAS; CONTINÚA MALDICIÓN
DEPORTES • 18 NOVIEMBRE 2012 - 12:30PM — DANIEL MARTÍNEZ
Los fantasmas se han ido del Nou Camp, León hoy vive ilusionado, vive un carnaval. Mientras que los cruzazulinos siguen en el camino peregrinando con su maldición que parece nunca tendrá fin.

AFICIONADOS CELEBRAN EL PASE A LAS SEMIFINALES DE LA LIGA MX.

León, Gto.- • Los fantasmas que penaban en el Nou Camp desde el Invierno del 97 desaparecieron, mientras que la sequía celeste continúa.

Tuvieron que pasar quince años para que una nueva generación de jugadores esmeraldas, sanaran el orgullo verdiblanco.

Era un nuevo capítulo del encuentro entre León y Cruz Azul, y los aficionados cementeros se dieron cita al estadio con la idea de terminar con la maldición desde aquel medio día donde se coronaron por última vez.

Los capitalinos tenían un gol de ventaja y la porra azul se dejó sentir en el Nou Camp, apoyó y trató de intimidar a los jugadores esmeraldas con sus cánticos, pero no les bastó.

Su última visita en liguilla, fue la que más hirió el orgullo panza verde y que arrebató la sexta estrella, aquella que se ve tan cercana para los verdes después de un largo penar en el inframundo del fútbol mexicano.

Ayer regresaron para repetir la hazaña en terreno ajeno, pero se toparon en el camino con el León de Gustavo Matosas.

Eran más de 600 aficionados cementeros, venían procedentes de diferentes delegaciones del Distrito Federal y hasta del Estado de México, 12 camiones traían abordo la esperanza azul de un campeonato.

La mayor parte del estadio se pintó de verde y los gritos de la porra visitante se difuminaron ante el apoyo esmeralda constante en los noventa minutos del partido.

Los goles esmeraldas llegaron y con ello la desesperación se hacía evidente en los rostros de la hinchada azul, se llevaban las manos al rostro y con el paso del tiempo veían repetir la misma película que han visto en las liguillas.

“Pártanse la madre cabrones”, gritaba “El Luigi” un aficionado celeste de Texcoco con el escudo de su equipo tatuado en el pecho.

Las gargantas visitantes enmudecieron y el tercer gol del encuentro de la autoría de Luis “El Chapita” Delgado, terminó con el ánimo blanquiazul, opacó a los aficionados y comenzaron a desalojar el inmueble por iniciativa propia.

La ilusión azul se sigue haciendo añeja, pero los pocos aficionados que aguantaron hasta el final demostraron su pasión, pasan los torneos y es hora de buscar otro antídoto a su maldición, en el Nou Camp se les negó.

León está en semifinales. No estaba en los planes, pero siguen disfrutando y jugando la Fiesta grande. La Fiesta continúa en el Bajío.

Uno de los factores del triunfo esmeraldas es que la afición del León pesó. Hizo sentir su localía, el Azul es muy frío, nunca pesó, incluso ni se llenó.

Aquí fue diferente, desde los ejercicios de calentamiento, el local puso el sello de casa. Un estadio abarrotado, miles de aficionados movidos por el impulso que genera el juego esmeralda, enfebrecidos por un año inolvidable vivieron ilusionados la liguilla.

Todo el partido fue esmeralda. El equipo verdiblanco recupera generaciones perdidas, mientras que la máquina sigue perdiéndolas.

La penuria sigue creciendo, mientras que los verdes viven ilusionados su gran regreso a la Primera División.

Al final la fiesta continuó, la gente celebró en las inmediaciones al estadio mundialista el triunfo de su fiera y el pase a las semifinales.

León desapareció los fantasmas que lo atormentaron durante años, mientras que la maldición cruz azulina continúa, continuará.

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