miércoles, 21 de noviembre de 2012

Destapan mafia


Destapan mafia de reventa

Muchas quejas, muchos gritos y mucha paciencia. La pasión por ver a su Fiera lo vale todo, hasta escuchar el descaro de la impune reventa. Foto: El Sol de León.

El Sol de León
21 de noviembre de 2012

Redacción

León, Guanajuato.- Un problema de mucho fondo en el que muchos participan y muchos más ganan.

Los revendedores se reúnen en el inicio de la fila, atrás de ellos un aficionado que prefirió reservarse el nombre escucha todo, cada palabra, cada paso de la estrategia y hasta los sobrenombres.

"Yo llegué a la fila como a las 8 de la mañana y me tocó estar unos lugares atrás de ellos (revendedores), primero llegó un chavo al que le dicen el "Frank" quien dicen que trabaja para el Cleto, quien a su vez trabaja para el mero chingón que se llama Rafa", relató el aficionado.

Al no avanzar la larga fila, le tocó ser testigo de todo: "Cuando este Rafa llegó saludó a un guardia del estadio a quien le dijo que le estaban pidiendo 15 mil pesos por dejarlo trabajar (reventa)".

Todo parece indicar que la teoría es correcta; guardias del club o del estadio están coludidos con la reventa.

"Luego escuché que le dijo que ya habían apalabrado 300 boletos por zona, los cuales se los iban a entregar pasada la una de la tarde", agregó esta fuente, quien sólo pudo comprar dos boletos.

Asimismo otro aficionado, que también se limitó a decir su nombre por temor a represalias, contó que "hay un chavo al que le dicen el Bengy, uno gordo que siempre está aquí, él dijo ahí en la fila que uno de los cajeros estaba coludido y que les vendía a ellos hasta 15 boletos por persona".

Ellos son sólo algunos de los protagonistas de este "cáncer". Minutos más tarde algunos fueron detectados por autoridades y llevados a las patrullas. Pero el negocio no para y no parará hasta que no haya quién compre esos boletos que se venden al doble o al triple de precio.

Los de Cabeceras que cuestan 250 pesos son revendidos hasta en 600, los de Preferente de 450 los ofrecen en mil y los de Zona A de 600 los revenden hasta en 1,500.

Por otro lado como no hubo límite de Fierabonos, algunos aficionados llegaron a las taquillas hasta con más de diez tarjetones en mano por lo que se llevaron hasta más de 20 boletos a casa.

Una fila enorme, eterna, en forma de culebra avanzó muy lento y rodeó por muchas horas el estadio León pese a las 9 taquillas nuevas, de las cuales 4 fueron para Fierabonos y 5 para venta libre.

Muchas quejas, muchos gritos y mucha paciencia. La pasión por ver a su Fiera lo vale todo, hasta escuchar el descaro de la impune reventa.

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