viernes, 15 de abril de 2011
Se deja querer 'Tita'
Se deja querer 'Tita'
LUIS ABRAHAM MUÑOZ
NOTA PUBLICADA: 15/4/2011
Más de mil personas sucumbieron al conjuro de la presencia del ídolo Milton Queiroz ‘Tita’ en la sesión de autógrafos que se realizó la tarde de ayer en Plaza Galerías.
El director técnico del León acudió, puntual a la cita, junto a sus jugadores, Alejandro Corona y Alfonso Blanco, quienes fueron testigos presenciales de la convocatoria del brasileño.
Minutos después de las 4 de la tarde, una larga fila comenzó a surgir en el área de ‘fast-food’ del centro comercial ubicado en la colonia León I, donde muchos aficionados aprovecharon para tomar los alimentos y apartar los primeros lugares.
Un tapanco, dispuesto por la organización, Caja Popular Mexicana, avisó desde temprana hora de un evento que cada vez se hace con mayor frecuencia, y que nunca le falta gran concurrencia.
Milton, Alex y Poncho se confundieron literalmente entre la gran cantidad de personas que ya aguardaban pacientes y con mucho orden el arranque formal de la sesión.
“Para todos habrá firma o foto”, dijo con su acostumbrada sencillez el último gran ídolo de la afición leonesa en la cancha y ahora desde el banquillo.
Niños con toda su familia, o solos, encaminados desde las calientes aceras de la zona, profesionistas con todo y bata de la Facultad de Medicina de la Universidad de Guanajuato; también un montón de despistados con playeras de otros equipos, pero todos ellos queriendo abrazar a un ‘Tita’ dispuesto, abierto al diálogo y hasta a las preguntas directas, recomendaciones y uno que otro reclamo de los fanáticos.
Como en el Estadio, saltando y vitoreando, con tibias porras en lo que Corona y Blanco aguardaban, plumines en mano, firmar algún artículo promocional, desde playeras hasta chones, ‘uno por persona nada más’, recordó a voz en cuello la maestra de ceremonias.
El abucheado de la jornada fue Érick González, quien subió con un jersey de Cruz Azul, cuya filial fue el más reciente victimario de La Fiera, tropiezo que le puede haber costado mucho más que tres puntos.
Irónicamente, ‘Tita’ no dudó en dejarse querer por un chico que confesó, buscaba sus ‘minutillos de fama’ ante los ídolos esmeraldas.
Quizá el clima artificial del recinto hizo que todo valiera la pena, con una vista inmejorable y un recuerdo por demás invaluable.
‘No nos fallen el sábado’, espetó tímida, ya cuando se bajó del estrado, Liliana, una pequeña de sólo seis años, a quien las lágrimas le cubrieron la emoción. Y el domador, feliz.
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