Con sangre nueva

Con sangre nueva
MANUEL ÁLVAREZ GUEVARA/julieta méndez
NOTA PUBLICADA: 17/4/2011

León superó la última prueba antes de jugarse la carta final ante Irapuato, con un planteamiento de Milton Queiroz “Tita” que le permitió salir con el triunfo.

Tita echó mano de la sangre nueva, porque además de tener el compromiso del triunfo en casa, debía dar el último estirón a la regla del menor, misma que ayer prácticamente expiró, está a minutos de conseguirse y eso será en el Clásico del Bajío.

La variante en la zaga central del equipo esmeralda costó serias afecciones al equipo, que ayer no sólo se topó con un equipo dinámico, sino con calidad y experiencia que complicó mordiendo en todos los sectores del campo.

Julio Manzur dejó su sitio a René Rubalcaba, pero la coordinación en función del rival y de la misma comunicación entre los jugadores leoneses de la zona baja, fue evidenciada por el atacante Eduardo Herrera.

Tita centró su juego en el control de balón de la media cancha, que tuvo uno de los juegos más apurados de la campaña, con un equipo que no dejó de presionar prácticamente un minuto del juego.

La labor de Marco Vidal y Alejandro Corona fue muy socorrida por los jugadores leoneses, pero el aporte que consiguió Tita de Orlando Pineda, quien conoce las entrañas del cuadro universitario, fue fundamental, para librar la última parte del juego.

Responden los jóvenes

Las fuerzas básicas de León terminaron por cuajar ante un Pumas Morelos repleto de jóvenes que también no se cansaron de correr.

Esta vez el ‘Chapa’ Delgado y Éder Cruz no sólo aportaron minutos a la regla del menor, sino le dieron dos de los tres goles con los que mantienen la posibilidad de pelear el liderato la última jornada ante el Irapuato.

Delgado incluso pudo ampliar el marcador en una jugada en donde quedó franco ante el guardameta, pero que terminó mandando por encima de la meta de Saldívar.

Eder Cruz también puso de su parte para responder en la delantera. Para el tercero de los verdes no dudo en los errores del portero visitante, para encarar y definir con poco ángulo el último local.