martes, 8 de octubre de 2013

Generación perdida


México: su generación perdida
Aldo Farías
7 Oct, 2013  
@aldofariasgzz

A pocos días del partido ante Panamá, y con México virtualmente fuera de Brasil 2014, vale el tiempo para reflexionar en dónde nos equivocamos. Sería poco exploratorio creer que el único error fue darle la selección al “Chepo”, culpar a promotores y dueños por su voracidad económica o limitar nuestra crítica tan solo a los últimos tres años. Exijámosle más a nuestra memoria, vallamos hasta aquel octubre 2 del año 2005, el día que México levantó la copa del mundial sub 17. Tal vez solo así podremos entender nuestros recientes fracasos.

Mientras el país aclamaba a nuestros nuevos héroes, las televisoras los inflaban y los federativos apoyaban desmedidamente, otra generación de futbolistas vivía en la obscuridad ansiosa por un poco de atención.

Las fuerzas de la federación fueron orientadas a los campeones sub 17 al igual que toda la esperanza para los próximos mundiales. Sin darse cuenta que el apoyo económico y trabajo tendría que estar centrado sobre la generación sub 20.

Después de tres años llegó el preolímpico rumbo a Beijing 2008 y el resultado: la eliminación de nuestro equipo. Esa generación desatendida de los nacidos entre 1984 y 1987 con jugadores como Jorge Villalpando, Rodrigo Iñigo, Efraín Velarde, Santiago Fernández o Luis Ángel Landín se fue perdiendo entre el confeti de la fiesta Sub 17.

Al paso del tiempo la camada del preolímpico 2008 va desapareciendo, es decir, que jugadores de calidad entre 26 y 29 años en la actualidad casi no tenemos.

Es momento de aceptarlo, estamos en medio de una gran laguna generacional, entre el grupo del Mundial 2006 y los campeones de Perú 2005.

Está comprobado que la mayoría de los atletas en deportes de conjunto alcanzan el pico más alto de su carrera de los 26 a los 29 años. Para ese tiempo ya comprenden los aspectos del juego desde lo táctico hasta lo mental, logran desarrollarse físicamente al máximo, estabilizan su vida personal y forman carácter para el campo de batalla. Pasando los años dorados el jugador posee todos las cualidades mencionadas simplemente su cuerpo ya no responde de la misma forma, ahí comienza la famosa bajada que todo futbolista experimenta.

La laguna generacional que “el Tri” experimenta queda evidente con la ultima convocatoria de Víctor Manuel Vucetich, de los 26 futbolistas llamados, 10 se encuentran en la etapa de formación (20 a 25), otros 10 están en lo último de su carrera (30 a 35) y solo 6 están gozando del pico de su carrera (26 a 29).

Si analizamos el México más exitoso de la época moderna, el de Ricardo Antonio LaVolpe nos topamos con un grupo donde los jugadores en su Prime predominaban. De los 23 convocados solo 7 estaban por debajo de los 26 años, otros 6, de los 30 hacia arriba, y el grueso del plantel lo conformaban 10 jugadores en lo más alto de su carrera, por cierto, la mayoría titulares.

Desde el 2005 hemos vivido apresurando a la llamada generación dorada, entregándoles responsabilidades para las que no están preparados. Son talentosos, pero su falta de carácter y experiencia es evidente. Necesitan guía, aun no están listos para cargar con el peso del equipo nacional.

En el tricolor al que tiene piernas le falta experiencia y al que tiene experiencia le faltan piernas.

Los únicos jugadores que estoy convencido se encuentran en la cumbre de su carrera son Oribe Peralta y Guillermo Ochoa. El resto va de bajada o apenas aprendiendo en la subida.

Quién pensaría que uno de los máximos logros en la historia de nuestro deporte terminaría creando la laguna generacional mas grande de la historia del fútbol mexicano.

Batalla ganada mal canalizada, en derrota se convierte.

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