viernes, 12 de abril de 2013

Enfurece afición



CÉSAR TOLEDO /DANIEL MARTÍNEZ / Publicada el 12/04/2013

Fueron tantos los aficionados que acamparon desde el miércoles y los que se fueron sumando en la madrugada que pocos alcanzaron boleto. FOTO: OMAR RAMÍREZ

Largas filas con miles de aficionados insatisfechos dejó el día de venta libre de boletos para el cotejo de mañana en el Estadio León.

Aún así, a reventar estará el Nou Camp para presenciar el encuentro entre León y América de mañana.

Ayer por la mañana, las taquillas del Estadio León cerraron a las 11, debido a que no había más boletos que vender en ninguna zona del inmueble.

Tan sólo una hora después de abrir las taquillas del estadio éstas cerraron tras avisar del agotamiento de localidades una por una, empezando por las de Sol 5 y 10, Preferente y por último Zona A.

Las ventanillas de venta abrieron en punto de las 10 de la mañana, con una inmensa fila que llegaba a las dos mil personas.

Todo el frente del estadio estaba copado por aficionados y se extendía al puente peatonal.

“Esa directiva es buena para cobrar, mejor que vengan a organizar los...”, gritaban algunos aficionados que sentían no avanzar en la fila y que desesperaban por tener su boleto.

Bastaron 20 minutos para que los boletos de Sol, tanto en Puerta 5 como en la 10 se declararan agotados. Diez minutos más tarde anunció que ya no había más de Preferente y a la hora de que abrieron cerraron por completo las taquillas alegando no tener más boletos que vender.

Ante ello, los cerca de mil aficionados que quedaron sin boleto comenzaron a protestar argumentando falta de seriedad de la directiva en la venta y echando culpas a los revendedores, a quienes dijeron identificaban plenamente.

Reventa por las nubes

La venta descarada por parte de los revendedores se dio en las mismas inmediaciones del Estadio León, donde cerca de 20 sujetos sacaban su “bonche” de boletos y se formaban en varias ocasiones para sacarle frutos al negocio.

Revendedores había de todo tipo, aquellos que por tener privilegio en la fila compraron de más para sacar para la “cheve” en el estadio y también los que ilícitamente se dedican a esto, los cuales tenían decenas de boletos en mano, calientitos y listos para su venta.

Los variados precios aparecieron. Las cabeceras se ofertaban desde los 450 a los 800 pesos, mientras que Preferente fue de los 900 a los mil 100. La localidad más cara sigue siendo Zona A, que llega hasta los mil 300 pesos por boleto.

EN NÚMEROS

14 mil

boletos fueron vendidos en el día de venta libre.

60

minutos duró la venta libre para el partido de mañana.

Se frustra la afición

Los aficionados del León se fueron con coraje y caras que reflejaban decepción por la venta de boletos.

Los primeros en la fila como de costumbre ya se encontraban desde una noche antes haciendo fila en sus catres, el suelo o una cobija.

La venta comenzó con todas la localidades, fueron pocos los que compraron un boleto antes, ya que sólo con Fierabono entre martes y miércoles se vendieron 6 mil boletos.

Otros, como la familia de Verónica Flores, que llegó a las 6 de la mañana ya con una fila muy prolongada, se formó y a las 11 de la mañana ya no consiguió boleto.

Con rabietas y mentadas, Juan Manuel Sánchez, aficionado de más de 15 años, tampoco alcanzó boleto, pese que llegó a las 5 de la mañana.

“Mejor nos quedamos con las ganas de entrar, yo no quiero seguir alimentando a los revendedores y menos por el triple del boleto”.

Durante el tiempo que duró la venta, las personas se amontonaron en las vallas de metal que la Policía Municipal resguardaba.

“Primero avisaron que no había para puerta 5, después de 10 minutos que se agotó Preferente y al final que ni de Zona A estaban vendiendo y fue cuando cerraron la taquilla. Qué coraje”, dijo Israel Tavares, quien prefirió ir a formarse que ir a la escuela.

La reventa no tardó mucho en aparecer a pesar de la presencia de la Policía Municipal afuera del estadio.

Acampó la afición

Cerca de la una de la madrugada los ánimos no decaían afuera del Nou Camp.

El calor de las poco más de 600 personas que se encontraban formadas se sentía al pasar por el lugar y, para aguantar, los vasos de licor hasta el tope se miraban por doquier.

María Elena Flores, que llegó con su puesto de dulces, aseguraba que si había gente que pagaría 500 pesos por un boleto, le comprarían una paleta a dos pesos.

Miguel Flores llegó con sus dos hermanos y dos amigos que con cobertores y una cena se dispusieron a esperar que la taquilla abriera para adquirir sus boletos

Formas en las que opera la reventa

La reventa, presente en todos los estadios de México, tiene un proceso muy definido por la alta eficiencia que tiene para conseguir una gran cantidad de boletos y promoverlos entre los aficionados que no consiguen boleto en la venta regular, pero a un costo normalmente mayor al doble.

1. Desde que se abre la venta para abonados, Fierabonos en el caso del León, los revendedores comienzan a adquirir boletos, aunque en pequeñas cantidades.

2. Tanto en la etapa de abonados como en la de venta libre, los revendedores utilizan a “ayudantes” para conseguir varios lugares en la fila, en la cual se forman más de una vez por día.

3. Luego de aproximadamente una hora, los revendedores pueden tener en su poder cerca de 50 boletos de diferentes zonas para negociar con aficionados, aunque los venden mínimo al doble del precio regular.

4. Sin importar que esté presente la Policía Municipal, a veces a sólo unos metros, los revendedores comienzan a ofrecer los boletos en venta ilegal

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