Adiós a un grande

Adiós a un grande
Escrito por Francisco Gómez

Ayer fue sepultado y se dio el último adiós a Don Antonio Battaglia D’Ascoli, gran padre, gran hijo, gran jugador y una excelente persona, querida y respetada por la sociedad leonesa.

Battaglia, una de las glorias de los Esmeraldas de León en los años 40’s y 50’s, murió el fin de semana víctima de un infarto al miocardio a los 93 años.
Como lo informamos en su oportunidad, Antonio Félix Battaglia D’Ascoli, fue hijo de Blas Battaglia y de Lucía D’Ascoli y solamente tuvo una hermana, Nélida Battaglia que aún vive.

Nació en Buenos Aires, Argentina el 19 de septiembre de 1918, así que dejó de existir a los 93 años.

Brevemente recordemos que Battaglia llegó a la ciudad en 1944 como refuerzo del Club León junto con gente como Miguel Rugilo, Marcos Aurelio y Ángel Fernández, que venían a reforzar a los verdes.

Con los Esmeraldas logró 3 títulos de liga, siendo el primero en la temporada 1947-1948, en la 1948-1949, y en la 1951-1952, además de tres campeones de copa y de campeonísimo. Defendió a México en 1952 en el Campeonato Panamericano de Futbol en Chile.
El domingo al mediodía se había oficiado una misa en su honor con la que se le dijo adiós.

Por ello ayer su sepelio fue más privado en el Panteón San Sebastián a donde acudieron sus hijos, nietos, bisnietos, sus familiares más cercanos, amigos, algunos exjugadores y aficionados.

Su cuerpo fue colocado al lado de sus seres queridos en la capilla de la familia Battaglia. Se retrasó un poco su sepelio porque sus hermanos decidieron esperar la llegada a la ciudad de Emilio, su hijo menor, pues se encontraba en Europa.

Luego de las últimas oraciones del sacerdote y de que familiares y amigos se despidieran uno a uno de él, se escucharon una serie de tangos de Carlos Gardel como esa melodía “Por una cabeza” y algunos aficionados entonaron cánticos en su honor, aunque muy leves.

Al final familiares, amigos y compañeros, soltaron globos blancos como señal de admiración hacia don Antonio Battaglia D’Ascoli que se nos adelantó en el camino, pero que seguramente desde el Cielo estará echándole porras a su querido equipo León. ¡Descanse en paz señor Antonio Battaglia!