Jugadores, cuerpo técnico y directivos del León convivieron con decenas de niños que acudieron al estadio León para recibir un juguete.
El Sol de León
15 de enero de 2014
Omar Oseguera
León, Guanajuato.- La estampa de Gustavo Matosas con un niño vestido de león en los brazos, la del "Gallo" Vázquez y su firma en ropa interior, los niños perdidos entre la locura y las miles de sonrisas en los pequeñines fueron la nota en la cuarta entrega anual de juguetes del Club León.
Los campeones de la Liga MX, acompañados por los tres Reyes Magos, recibieron a miles de niños y niñas durante casi tres horas para obsequiarles un avión, una pelota, un balón, una pistola de agua, blusas, playeras, bolsas, reguiletes, yoyos, rompecabezas, vasos, juegos armables, muñecos, muñecas, etcétera, etcétera, un detalle que mandó a todos a casa felices y bien acalorados.
Y es que hubo señoras que llegaron con sus hijos al estadio León tres horas antes del evento, más la hora que se aventaron formadas, de plano les fue inevitable sufrir los estragos del Sol, olvidado eso sí, a la hora de estar arriba del escenario a centímetros de Rafa Márquez, Britos, Boselli y compañía.
Hubo una buena organización del club, rápido subían y bajaban niños, algunos de ellos muy pequeños con cara de "qué hago aquí", pero afortunados de recibir tal vez los mejores juguetes.
Ahí estuvo Gustavo Matosas para tomarse cientos de fotografías y aventar balones a los que en la fila esperaban, también estuvo el presidente Jesús Martínez Murguía y todo el cuerpo técnico; de repente, los Esmeraldas se convirtieron en niños, o nenes como dice Boselli.
Unos a otros se arrojaron pelotas, de esas para quitar el estrés, después usaron las pistolas de agua y el escenario parecía un campo de gotcha; los "pelotazos" alcanzaron reporteros, directivos y botargas, todo muy divertido hasta que el objetivo fue Gustavo Matosas, quien con un grito terminó con el juego de los Panzas Verdes.
Algunos jugadores tuvieron que irse antes, la fila fue enorme que superó la expectativa; Rafa Márquez, uno de los últimos en irse. Más de 5 mil juguetes se regalaron en una tarde dedicada a la afición pequeña del campeón, esa bañada de inocencia y que es el futuro del equipo, el ingrediente que por siempre será el que hará grande a La Fiera.
Esto dijeron:
Mauro Boselli: "La verdad espectacular, ver a los niños cómo se van con la pelota o el juguete vale la pena, es un lindo momento para disfrutarlo porque son pocos en la vida".
Luis Montes: "Siempre será especial estar con ellos y más los niños que nos piden pelotas y muñecos, muy feliz de estar acá. A mí que no me culpen de los pelotazos, yo soy gente seria".
Jonny Magallón: "Es muy especial para mí, muy contento de estar aquí otra vez y ver a los niños felices, su sonrisa no tiene precio, es algo que tenemos que valorar mucho nosotros como futbolistas".
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