domingo, 26 de enero de 2014
¡Adiós Guerrero!
Amigo y colaborador de esta casa editora, 'Jose' se va, pero deja un legado de amor a la vida, tras su lucha contra el cáncer.
El Sol de León
25 de enero de 2014
Mayela Macías
León, Gto.- 'Esta enfermedad es una bendición', lo escuché con atención y con escepticismo tras el mensaje que nos daba en aquella entrevista que nos regaló para OEM hace ya casi tres años.
Aquella vez José Antonio Reinoso no vino a hablar del cáncer que lo aquejaba desde el 2006, él llegó para hablar de su misión en la vida y es ahí donde comenzó todo.
'Jose', así, sin acento, tal y como le decía su padre, Carlos Reinoso, se sentó cómodamente, con una sonrisa en su rostro que ya cargaba los estragos de la enfermedad, pero que se escondía tras esa enorme actitud y ganas de vivir.
"Quiero dejar un legado, quiero hablar de esto (cáncer) no con morbo, sino para que la gente aprenda a cuidarse, aprenda a enfrentar no sólo la enfermedad, sino cualquier cosa que en la vida tengan que enfrentar, así sea la ruptura con la pareja, la pérdida de un familiar o la enfermedad misma".
¡Ah!, entendí entonces aquel comentario ambiguo que parecía irónico al salir de su boca, 'Jose' se sentía bendecido por Dios al ser un paciente enfermo de cáncer, porque ésta enfermedad le dio su verdadera misión.
Con el transcurrir de los meses, a través de cada una de sus quimioterapias, 'Jose' enseñaba que tenía una fortaleza que pocos hombres en el mundo podremos tenerla, reconocía que tenía momentos de debilidad, de tristeza, pero de igual forma, se levantaba y sin rencor ni a la vida ni a Dios, seguía su camino.
Y, es que su sueño era, que todo aquel que conociera su historia cambiara algo en su vida, sencillamente él se conformaba con cambiarle la vida a una sola persona.
Curiosamente, 'Jose', hoy seguro que le cambió la vida a miles de personas, familiares, amigos, conocidos, compañeros de trabajo, vecinos, todo aquel que conozca su historia, seguro aprenderá de ese legado de vida que nos dejó.
Y, es que 'Jose' era un tipo sin igual, una persona que todo aquel que lo conoció seguramente dirá 'era un tipazo' y, no es que hablemos bien de alguien que acaba de morir, como se acostumbra, es, que 'Jose' era así, sencillamente así.
Una persona que por ningún motivo hablaría mal de alguien más, aun cuando quizá le hubiera hecho algún mal; era un ser de luz, una persona que siempre sonreía, que hablaba con cortesía y se dirigía de la misma manera, respetuoso, honesto y siempre impregnaba ese deseo de vivir.
A finales del 2010, me lo topé en los pasillos de esta casa editora, él había venido por un tema de publicidad, pero no dudé ni poquito en invitarlo a colaborar como columnista, con su acostumbrada forma de ser, aceptó de inmediato, se sentó a hablar con mi compañero Juan Manuel Hernández, director de publicidad y pronto llegaron a un acuerdo.
De inmediato, su columna 'La Massia' de inmediato llamó la atención, más allá por el cariño que la gente le tenía, porque en cada una de sus líneas siempre llevaba un mensaje de vida, de respeto, de aliento.
Habló de su enfermedad, pero aseguraba en todo momento que lucharía por salir adelante. El año pasado, su enfermedad creció y sus columnas fueron poco frecuentes, pero siempre se extrañó y se le mantuvo ese espacio como un colaborador honorario de esta casa editora.
José Antonio Reinoso fue un ben hijo de familia, hermano de lujo, metalero de corazón, excelente compañero de trabajo, futbolista profesional, americanista de nacimiento, pero verdiblanco por convicción y con una fascinación por los colores blaugranas del Barcelona, amante de los 'Cargadores', paradójicamente, antes de morir, a los tres, los vio campeones respectivamente.
Ese era el buen 'Jose', un hombre sencillo 'tan común como cualquier otro', dedicado al deporte, al futbol que fue su profesión, pero ya retirado, se metió con toda dedicación al atletismo y también ahí brilló.
Fue una persona que todo aquel que lo conocía se decía su amigo, por qué, porque era un gusto conversar con él, cruzar algún comentario, hablar de futbol o hasta del clima, era fuera de serie.
Podría decirse que durante casi toda su vida simplemente fue 'Jose', el hijo del legendario Carlos Reinoso, aquel aguerrido mediocampista del América, el técnico chileno exitoso, en sí, una figura, pero su simpatía, aquellas ganas de vivir, de luchar y de vencer a esta terrible enfermedad lo hizo brillar con luz propia y hoy es el 'Gran Jose', el hombre sencillo que deja un gran legado.
Es por ello que hoy su partida entristece no sólo al mundo futbolístico, pero en realidad su muerte duele a la sociedad, porque a todos nos dejó algo de él, algo de esas ganas de vivir, algo de esa lucha, de esa entrega a la vida misma.
En lo personal sólo puedo decir 'Gracias Carlos Reinoso, gracias por aceptar dirigir al León y llegar con tu hijo José Antonio, gracias por habernos permitido conocer a ese gran ángel que Dios le dio 'Profe', porque mucho o poco, nos dejó grandes enseñanzas, la principal... "El disfrutar de la vida (Enjoy the life).
Lamentan su muerte Rossana Aguilar
Editora Sol de León
Jose Reinoso: el cariño, aprecio, admiración son directamente proporcionales al terrible dolor de tu partida. Gracias por tus enseñanzas! Hay muertes que no se entienden.... pero nos enseñó tanto, que debemos entender su vida. Jose Reinoso no era el hijo de ... era simplemente Jose, un gran tipo, sin etiquetas, sin sobrenombres.... no los necesitó ni le estorbaron para escribir su propia historia. Era verdaderamente un hombre bueno. No necesitó convivir con la enfermedad para ser bueno... él ya lo era... Jose Reinoso, mi eterna admiración. Descansa en paz amigo...
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