Matosas regresó muy molesto y se desquitó con un jardinero.
30 de septiembre de 2013
Luis Arturo Hernández
León, Gto.- En el campamento Esmeralda no hubo descanso, mucho menos un día libre; tras caer derrotados ante el Cruz Azul, León reportó a su entrenamiento dominical la mañana de ayer en las instalaciones de la Casa Club.
Con la ausencia de los cuatro seleccionados, que se quedaron en la capital de la República para reportar con Víctor Manuel Vucetich, la Fiera practicó dividida en grupos.
Por un lado trabajaron los elementos que verán acción en la Copa ante Monarcas encabezados por Ignacio González, muy aparte los que jugaron en la cancha del Estadio Azul, los porteros en otro rincón, y los lesionados a cargo del doctor Saúl Juárez, en la cancha de pasto sintético.
Y es que por múltiples factores, pero sobre todo por la dificultad de los terrenos donde han tenido que jugar, León sufrió la ausencia de Hernán Darío Burbano, Edwin Hernández, Luis Delgado, y Fernando Navarro, quienes trabajaron por separado del resto del plantel.
Volvió Matosas... enojado
En Gustavo Matosas la molestia era evidente, saludó a pocos al entrar a la cancha y terminó por demostrar su coraje con uno de los jardineros del club debido al mal estado de una de las zonas de la cancha principal de la Guarida Verdiblanca.
El estratega uruguayo fue breve en su cotidiana charla inicial y posteriormente se dio tiempo de revisar él mismo el estado de la cancha alterna.
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