LA AFICION
Bálsamo para el León
Con la motivación y el coraje por delante León consiguió su primera victoria del torneo tras cuatro meses de ayuno. Dorados fue la víctima mientras León se reconcilia con su gente.
2010-09-19•Futbol Mexicano
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Jared Borgetti abrió la puerta para la victoria; marcó su quinto gol en el torneo, tercero de penal Foto: Yered Jiménez Volvieron las olas, los goles, los aplausos, los oles, las sonrisas y los goles. León ganó por primera vez en el torneo. Nueve partidos después los verdes sumaron de tres al vencer a Dorados de Sinaloa con marcador de 3 a 0.
Cuatro meses tuvieron que pasar para que León regresara al camino de la victoria. Desde aquel triunfo ante La Piedad en la vuelta de las semifinales del Bicentenario 2010, los verdes no habían podido ganar uno solo de sus partidos oficiales.
Un partido gris, como el uniforme que estrenaron ayer y que al parecer les trajo la suerte que necesitaban para tener un resultado favorable, fue el protagonista de la noche en que la afición y su equipo se reencontraron con un partido que les deja tres puntos, una sonrisa y un coraje menos.
La paciencia de la gente, si se considera la situación que vive su equipo, no duro más de media hora. Ayer, las 20 mil almas que de nueva cuenta respondieron al llamado, esperaron por media hora a que el futbol llegara y ante la ausencia de éste, vino la exigencia.
Y es que el primer tiempo fue de menos a más, los dos equipos fueron tan voluntariosos como imprecisos. Ambos pudieron enfrentarse a los porteros rivales pero más por errores que por méritos propios. Por el lado del León fue Bonells quien más lució al momento de buscar hacer daño, mientas que Lucas Silva fue quien mantuvo ocupado a Odín Patiño, quien tuvo destacada actuación y logró quedarse con el cero por primera vez en el torneo para los esmeraldas.
Ambos equipos generaron e incluso Dorados encontró el travesaño en un disparo que parecía abriría el calvario del León, pero la pelota se fue desviada.
La suerte de los goleadores estuvo del lado de Jared. Anoche intentó, buscó, se tiró al piso y hasta falló una pelota franca de gol. La falta de gol provocó que la gente le comenzara a recriminar, fue justo en es momento en el que su suerte cambió.
Los silbidos para el capitán del León, ayer recuperó el gafete, se intensificaban cuando una jugada dudosa dentro del área fue marcada por Ángel Monroy como penal. Llegaba la oportunidad de Borgetti.
El camiseta 58 se paró frente al portero y, como ya es costumbre, pidió el apoyo de la gente. El disparo salió cruzado al costado izquierdo del portero Miguel García, que se lazó infructuosamente. 1 a 0 y Jared que podía respirar.
En la siguiente jugada se terminó la primera mitad, una oportunidad para que Pintado replanteara su estrategia.
La paciencia de la gente no tuvo que esperar mucho en el complemento. Los verdes encontraron mayor claridad y generaron jugadas más peligrosas en la portería visitante.
Además de que el jugador Lorenzo Ramírez vio la segunda amarilla por fingir una falta, en la opinión del árbitro, y se fue expulsado. Dorados se quedaba con sólo 10 hombres.
El desajuste se vio en el medio campo y Pintado aprovechó para mandar a la cancha a Julio César Ceja. El hábil volante esmeralda no tardó en responder a la confianza, en el primer espacio que encontró le puso la pelota en la frente a Borgetti que remató cruzado a la portería de Jesús García; el arquero tuvo una buena reacción y la pelota fue desviada la suficiente para pegar en el poste e irse desviada.
Pero la insistencia de los verdes dio fruto. La pelota parada de nuevo fue el camino para que León se encontrara con el gol. Un tiro de esquina que cobró Edwin Santibáñez fue medido y anticipado por Denis Caniza quien peinó la pelota hasta el ángulo del segundo poste para entrar a la portería. 2 a 0, la primera victoria saludaba al León.
Dorados quedó disminuido y León buscó ir al frente menos que al principio del segundo tiempo.
El partido terminaba cuando el árbitro marcó el segundo penal de la noche. La jugada que terminó por sacar de quicio a los de Sinaloa que al final del encuentro junto con el entrenador se deshicieron en reclamos para Monroy.
Fue Pablo Bonells el encargado. El que sin duda fue el mejor hombre en la cancha descargó la presión de todo un equipo en su pierna derecha, sacó un riflazo al centro que Jesús García sólo vio entrar. 3 a 0, la herida comienza a sanar.
El partido terminó y el escenario que no se veía desde hace cuatro meses regresó al Estadio León, los reproches se convirtieron en aplausos. León es todavía el último lugar, pero ayer dio muestra de coraje, la cara y la suerte comienzan a cambiar.
Luis Enrique Nava León
domingo, 19 de septiembre de 2010
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