El milagro no llegó
Por: Javier Lara, Domingo, 09 de Mayo de 2010
La Fiera luchó 90 minutos y rompió invicto del Rayo, pero fue insuficiente para coronarse y pelear por el ascenso; Necaxa vuelve a la Primera División
LEÓN
La Fiera murió de pie en una dramática y amarga victoria contra Necaxa en la final del Bicentenario 2010 que fue insuficiente para obtener derecho a la final por el ascenso, mientras que los Rayos se vistieron de gloria y recuperaron su lugar en la Primera División, con el global de 4-2.
El cuadro esmeralda brindó un partido con garra y corazón pero el 3-0 era muy pesadoNoche de pasiones esmeraldas, la tribuna fue una marea verde; con casa llena la afición esperaba con ansia el encuentro.
Desde el silbatazo inicial, la fiera fue en busca del primer gol y la delantera esmeralda dominaba el área de los Rayos con continuas llegadas por ambas bandas, mientras que el equipo necaxista se tiraba técnicamente atrás, defendiendo como muralla su arco, esa fue la tónica de los 90 minutos.
El Necaxa se veía confiado parados con línea de 5 en la defensa, la táctica, tratar de desgastar a los verdes que, llegada tras llegada les faltó la contundencia de cara a la portería, con un 0-0 se despidieron de la primera mitad.
La afición como el equipo no bajaba la guardia el júbilo y la esperanza era clave ya que el anhelo de ver al equipo León campeón se vivía en la sangre de los Panzas Verdes.
Los ánimos aumentaron con el inicio de la segunda mitad cuando en jugada en área chica de los Rayos al minuto 49, marcaron un penal ha favor de los verdes, Alejandro Corona sería el encargado de fusilar al portero anotando la primera esperanza para remontar el encuentro.
Un agradecimiento y reconocimiento (a la afición) de lo que hicieron el día de hoy, sobre todo porque confiaron en nosotros, creo que hubo reciprocidad los muchachos se brindan al máximo se mataron adentro de la cancha, y lo cierto es que esta afición me tiene; no sorprendido pero si muy ilusionadoMás que nada tranquilo cuando el equipo se brinda de la manera que se brindó hoy me deja tranquilo, obviamente contento no, contento si hubiéramos sido campeones, pero tranquilo
José Luis Salgado, entrenador LeónLa felicidad y los gritos, mejor que nunca, pero la ilusión duró poco, cuatro minutos después se invertirían los papeles durante una falta que cobrarían los hidrorrayos desde afuera del área, el balón pasaría por encima de la barrera y en una acción inexplicable Aldo Polo levantó los brazos obstruyendo el paso del balón, marcando de nueva cuenta un penal pero esta vez a favor de los rayos.
El verdugo fue Nelson Maz que desde los 11 pasos tiró al rincón donde el poeta Pérez no pudo alcanzarla, la frustración de la afición se dejó caer con acciones antideportivas los vasos con cerveza volaban por encima de la reja mojando a los jugadores necaxistas que se encontraban calentado mientras por el otro lado del estadio botellas de vidrio surcaron el aire para caer en el pasto, el ambiente se tornaba tenso la ventaja se había perdido, mientras los Rayos guardaban sus números.
La desesperación se notaba en la escuadra verde que perdía finura en el toque a pesar de que seguían llegando y dominando el encuentro.
En el minuto 72 la esperanza regresaría con el gol de Ismael Valadez que de palomita definió en el arco; los ánimos no se perdían y la fiera recuperaba la confianza con el toque y las llegadas que se tornaron más constantes y peligrosas, la sed de victoria los inundaba.
El tercer gol parecía una realidad el tiempo no culminaba y los jugadores no bajaban los brazos en el minuto 79 con pase del "Chuleta" Orozco para Casartelli, el delantero argentino se encaro sólo al portero que de remate a primera intención no pudo concretar ya que el cancerbero detuvo el balón en la raya, las llegadas y jugadas continuaban al filo, en el minuto 83 los verdes verían otra cerca, Ignacio Carrasco Cobraría una falta desde afuera del área, tremendo cañonazo tan sólo pasaría rozando el travesaño sacando el suspiro del estadio.
El tiempo se convertiría en el verdadero verdugo de la fiera que con sólo 7 minutos tendrían que anotar dos goles, siendo los últimos minutos los más tensos, la tribuna gritaban con ímpetu de ánimo, el reloj seguía su curso mientras el balón seguía rodando hasta que sonó el silbatazo final.
La tristeza por un lado la felicidad por el otro; los Rayos se coronaban como campeones encontrando el ascenso mientras que el equipo Esmeralda lamentaba su perdida
Con fulgor y gritos y la afición verde apoyó hasta el final a su conjunto, que con tristeza recogió su trofeo de subcampeón.
domingo, 9 de mayo de 2010
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