PERIODICO EL SOL DE LEON
Drama y llanto en la tribuna del 'Nou Camp'
Del gozo al pozo, tiempo le faltó a la 'Fiera' para darle el título y la satisfacción a su afición. Foto: Mauro Sánchez / El Sol de León.
El Sol de León
9 de mayo de 2010
¡No hubo milagro!
Redacción
León, Guanajuato.- Del gozo al pozo la noche de ayer en la grama del estadio León, y es que la esperanza de remontar tres tantos necaxistas era tan grande que las ilusiones de la gente se vieron reflejadas al realizar un soberbio lleno desde horas antes del inicio del juego, un marco pletórico rodeado del ¡León, León, León! y un incesante ¡Sí se puede!
Largas filas para entrar a una final que se antojaba interesante hasta antes de la ida en donde el central victimó a los Verdes; pese a esto, la afición Esmeralda perdió el miedo y se dejó sentir en todo momento, inclusive algunos aficionados con una peculiar manifestación al sacar billetes, en alusión a una supuesta compra de los árbitros, situación válida ante la pasión que desata este deporte.
Bajo las estrofas de "Caminos de Guanajuato", y ante un entusiasta Faysi, quien dejó el glamour de la televisión para pasar a ser un hincha más, la afición brincaba, alentaba y volteaba hasta lo más alto para implorar una ayuda divina.
Fue minutos antes de las ocho de la noche cuando los dos equipos salieron bajo el himno del Fair Play, momento en el cual el inmueble se pintó de verde y blanco y se cimbró con los gritos de miles de almas que se unieron para ser partícipes de una hazaña, la cual se debería de concretar en 90 minutos, o mandando al alargue.
Los primeros minutos son vividos al máximo, con unos nerviosos Abraham y Jacobo Batarse, quienes en compañía del Alcalde Ricardo Sheffield presenciaron el juego hasta el último segundo.
La ansiedad hizo presa de todos en el Nou Camp, y es que cada minuto transcurría rápidamente, para agotarse el tiempo de vida de los Esmeraldas. Gritos de ¡Vamos León, Vamos! se escuchaban, más de 30 mil almas que la hacían de entrenadores al exigir a sus elementos en el campo.
La incertidumbre se presentó tras la conclusión de los primeros 45 minutos, y a pesar de que el ánimo no cesaba, muchos fieles iniciaron con los ejercicios de resignación con la tristeza invadiendo sus rostros.
Con el inicio del complemento las esperanzas de un regreso de antología se dio con el tanto de Alejandro Corona, que iluminó la noche de pirotecnia y le devolvió el alma a todos los aficionados por algunos segundos, entonándose más fuerte que nunca el ¡León, León, León!
Pero la fiesta cayó en un letargo cuando el nazareno decretó la pena máxima para Necaxa, siendo el multimencionado Nelson Maz quien cobró para vencer a Pérez y terminar por enmudecer al estadio León, quien rabioso junto a sus hinchas observó una derrota, un fracaso más, consumado.
domingo, 9 de mayo de 2010
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