domingo, 13 de septiembre de 2015
LA MISMA HISTORIA
Cualquiera pensaría que con el gol de Boselli, el segundo tiempo estaría cantado y pintado para una reacción de la visita. Sin embargo La Volpe es un maestro, sabía que el León no cambiaría en nada y entonces él tampoco lo hizo, dejó que sus delanteros liquidaran a una zaga leonesa falta de tiempo, de fuerza y hasta de rudeza.
Apenas corría un minuto del complemento cuando Romero sentenció el juego en una triangulación digna de enseñársela a los más pequeños; primero una finta, luego un pase filtrado de primera y una velocidad y definición abismal del 10 chiapaneco. Ahí Burdisso se dio cuenta que no había cómo pararlo solo y que la noche estaba escrita.
La paciencia del León con la pelota contrastó mucho con la verticalidad y ferocidad de los ataques de Jaguares, que en tres toques ya estaban cerca del área de Martínez, mientras que a los de Pizzi les costó mucho poderse meter al área y en posición de disparo.
Parecía que los líderes jugaban con dos menos, en cada ataque que recibían la defensa lucía partida, desarmada, lejos de los rivales como en el quinto gol firmado por De la Torre. El ex diablo paró la pelota dentro del área, se perfiló y fusiló a Martínez para luego irse a festejar con la banda.
Derrotados, los últimos bicampeones decidieron caer con honor, pues nunca agacharon la cara. Boselli pudo irse con doblete, pero perdonó con la testa dos minutos antes del sexto gol de los locales, en otra pintura de cómo partir a una zaga con toques de lado a lado certeros y concretados con la cabeza del moreno Hurtado.
Nada le salió a los panzas verdes, nada, pues en ese gol Navarro le aventó el camión a Hurtado sin poder derribarlo. Si hay algo bueno que destacar para los leoneses, tal vez sea el primer gol de Marco Bueno que tal vez maquilló la escandalosa la derrota.
A La Fiera le urge volver a jugar y ganar, pues una derrota así no se digiere con otra cosa.
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