martes, 25 de noviembre de 2014

Sin despedirse

Aficionados se quedan sin despedirse
DANIEL MARTÍNEZ / Publicada el 25/11/2014

María Luisa Ibarra llegó a la puerta principal del Estadio León desde las 9 de la mañana, tenía su playera de la Fiera puesta y una libreta con recortes del técnico al que quería despedir de frente y no pudo.

La prensa entró, pero la demás gente no. Ella se quedó afuera con unas 30 personas que gritaban a los jugadores que dejaban el Nou Camp por la puerta trasera en sus autos de lujo.

“Le doy las gracias con todo mi corazón y aquí lo vamos a llevar siempre”, dijo a las 11 de la mañana y ella aún no sabía que Matosas se iba.

Cargando la libreta de recortes, mostrándola y esperando un saludo de lejos, siguió esperando, cuando la gente vio que su camioneta no pasó por donde estaban ellos, las caras entristecieron, muchos no sabían que anunció dejar el equipo.

María preguntó: “¿Sí se va o sólo se va de vacaciones?”. Un reportero le contestó “No. Se va”.

Segundos después sus ojos enrojecieron y aguantó la respiración, sólo pudo responder: “Bueno, que esté bien a donde sea que se vaya y le deseo lo mejor de corazón. Fue lo que mejor que le pasó a este equipo”.

María, de 56 años, ya no tenía nada más que hacer, se subió al transporte público y se fue a su casa, en la colonia Providencia, sin poder despedirse de Matosas.

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