martes, 25 de noviembre de 2014

Se va entre lágrimas

Se va entre lágrimas y porras

Papeles pegados por todos lados, con la esperanza de que Matosas se quedara.

El Sol de León
25 de noviembre de 2014

Omar Oseguer

León, Guanajuato.- Llegó temprano al Estadio y lo hizo de traje, uno gris que combinó con una camisa blanca y corbata morada, así como el pañuelo.

Con ese look moderno que tomó hace unos años, muy diferente con el que se dio a conocer en la ciudad.

Adentro del Club, Jesús Martínez Murguía hizo su último intento por retenerlo, pero fue imposible. Afuera, los jugadores y sus caras lo decían todo, una escena digna de un funeral, pese a que algunos saludaron a su ahora ex "domador" como si no pasara nada.

El Presidente felino estaba dolido, tanto que no se presentó en la conferencia de prensa anunciada en el instante, ni él ni Rodrigo Fernández. Solo fue Matosas, en una silla y los medios.

Tomó la palabra, agradeció a todo mundo, dijo que "El Ronal" (utilero) es como su hijo y que Jesús Martínez su eterno amigo. Después respondió cada pregunta para él mismo decidir cuándo pararlas. Se paró rápido y se encaminó a la salida, como lo hizo después de cada partido, sin embargo le pidieron una última foto y accedió al lado de su cuerpo técnico. Posó con su clásica señal, puño apretado y arriba, en señal de batalla.

Más tarde se perdió entre las oficinas, saludó a cada guardia y a cada secretaria, algunas y algunos lloraron, él lo evitó, pese a que sus ojos casi se vencen ante el entorno y ante los cuestionamientos de su familia.

Antes de subir a su camioneta BMW blanca, escuchó un "¡Matosas, Matosas...!" y respondió con un saludo pausado, el último para un grupo de aficionados de La Fiera.

Matosas se fue de León y con él muchas miles de lágrimas de sus hinchas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario