Hoy es leyenda

Gustavo Matosas llegó con poco cartel y de a poco fue el hombre más querido e idolatrado en la ciudad; muchos esperan ya su regreso. Foto: Especial.
El Sol de León
26 de noviembre de 2014

Omar Oseguera

León, Guanajuato.- Cuando llegó al León, nadie, ni el más optimista, imaginó que ocurriría lo que pasó; se habló bien de su llegada luego de su paso por el Querétaro, pero hasta ahí; era un DT novato que había salido campeón en su natal Uruguay con el Danubio y el hijo de un gran jugador que dejó huella en México, pero hasta ahí, nada que impactara; lo que ocurriría después con Gustavo Matosas y el León, fue una película digna de Hollywood, un guión lleno de drama y algarabía máxima que llenó los ojos de miles de aficionados no sólo de La Fiera, sino de todo México, quién no dijo que el equipo que mejor jugaba era el de Matosas; este tipo, hoy leyenda, llegó a suelo leonés en septiembre del 2011, sin embargo fue hasta enero cuando pudo dirigir debido a que el reglamento le impidió pasar del banco del Querétaro al del León, en la Liga de Ascenso, el mismo semestre; era un charrúa que se peinaba de lado y que usaba otro tipo de sacos, muy diferentes a los que terminó por llevar a la banca hace unas semanas; se empapó del Ascenso y vio las cualidades de Montes, Peña y otros jugadores; una vez en el banco, trajo a un tal "Gallo" Vázquez y a dos colombianos de apellidos Loboa y Burbano; empezó a trabajar, día tras día, mostró su carácter, hizo dinámico el fútbol, de uno o dos toques, no más; los jugadores le creyeron, algunos decían que estaba "loco"; y es que eran muchos gritos, a veces exagerados, pero tenía que ser así; ese León de Matosas se fue invicto en la fase regular y sólo perdió hasta la final de ascenso contra Correcaminos; fueron 13 victorias, 6 empates y aquella derrota que supo a triunfo con el manotazo inolvidable de Melitón Hernández.