Matosas, el legado

Publicado el:26 / 11 / 2014 dentro de: Deportes
Un hombre que dejó huella

JORGE FLORES

Matosas, el legadoLeón termina una era, una historia de éxito de la mano de Gustavo Matosas. Le dio gloria una afición ansiosa y decepcionada, que siempre fue fiel; volvió a los puestos de victoria, puso su nombre en letras de oro; el lunes el genio detrás del triunfo se despidió dejando un vació con sabor a grandeza en la afición Esmeralda.

Gustavo Matosas fue el hombre que le devolvió la felicidad futbolística a esta ciudad apasionada, durante 3 años cambio todas esas desgracias de una década, por glorias que sólo soñaban los más optimistas; paso a paso el Profe Matosas se hizo uno con el equipo, con la afición y con la ciudad, dejando un legado digno de recordar.

Tal vez el momento más sublime de Matosas fue ese añorado ascenso, y es que más allá del 5-0 contundente ante Correcaminos; fue el grito de júbilo que estuvo retenido durante una década en el pecho de la afición. 10 años de decepción tras decepción donde La Fiera vivía una triste historia en la Liga de Ascenso, la noche en que Matosas ascendió al equipo se soltó un rugido que después llegaría hasta lo más alto del futbol nacional.

Una vez en primera, la filosofía de juego, no cambió; León se mostró cómodo y grácil como recién llegado, asombrando a propios y extraños, los medios nacionales hablaban de un equipo al que gustaba ver jugar y se ganó el respeto del futbol nacional; Matosas había traído un nuevo contendiente al futbol mexicano, uno que no tenía miedo ni de nombres o estadísticas; que venía prácticamente con el equipo del ascenso y con la idea agresiva del entrenador uruguayo lograría ser protagonista.

Ser campeón en el Apertura 2013 significó más que la séptima estrella bordada en el escudo; fue más allá de un regreso triunfal, y es que la forma y el rival le dieron otro significado a ese título; vencer al América, el equipo poderoso de México que buscaba en esa final ser bicampeón; León volvió venciendo al favorito y al rival más fuerte, un lujo que hizo más espectacular aquel título. El bicampeonato fue consecuencia del estilo de Matosas; a pesar de un torneo tambaleante donde por lo mínimo León alcanzó Liguilla, en esa fase final, la contundencia volvió y el equipo de Gustavo Matosas llegó hasta lo más alto.

Además de los títulos y la idea futbolística Matosas le dejó al equipo y a la afición, ídolos, jugadores que antes de vestir el color esmeralda no tenían nombre, o su carrera venía en plena picada; Montes, Peña, Vázquez y González, cuatro jugadores que fueron y son aún, emblema del equipo esmeralda, El Chapo, El Gullit, El Gallo y Nacho se volvieron la sangre de la escuadra y el grito de guerra de una afición incansable; Márquez que venía de estar perdido en la MLS, gracias a Gustavo recuperó esa ambición que sólo los jóvenes presumen, el hambre de victoria que a los veteranos ya se les acaba; el también ganador de la Champions, recordó lo que es la pasión por un equipo y se convirtió de nuevo en aquel líder moral que siempre fue en la selección nacional. El regreso de Rafael Márquez a su mejor nivel también es un logro que Matosas le dejó al futbol nacional.

Matosas se despide de León dejando una historia que quedará en la afición, así como Tita, como Battaglia, La “Tota”, Martin Peña, Alberto Jorge, Chepe Chávez y muchos más; el nombre de Gustavo Matosas ya es parte de los grandes ídolos de esta ciudad.