miércoles, 1 de octubre de 2014

¿Ruptura al interior?


1 de octubre de 2014

Omar Oseguera

León, Guanajuato.- Reflejo de todo, estampa imborrable. Para que Gustavo Matosas no haya saludado a dos de sus referentes al sacarlos de cambio, lo dice todo.

Primero sacó a Nacho González, después de perder la marca de Zavala y ni lo volteó a ver a la hora de ir a la banca, ni una seña. Matosas inerte en la banca con sus manos en la cintura, sólo lo vio de reojo.

Después sacó a su "hijo" Carlos Peña y lo mismo; pese a que algunos aficionados le aplaudieron al "Gullit", el estratega nada le dijo, no le dio la mano como siempre, no le dio el jalón de greñas de siempre.

Esta vez Gustavo Matosas, además de asimilar la derrota, salió enfadado, molesto con sus indiscutibles, algo que rara vez ocurre, o mejor dicho, nunca antes con el "Gullit" Peña.

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