sábado, 23 de noviembre de 2013

¡Del gozo... al pozo!


Aunque un empate de visitante no es malo, la 'Fiera' se dejó igualar a tres tantos cuando ya tenía una ventaja de 3-1

El Sol de León 24 de noviembre de 2013

Monarcas 3-3 León

Luis Hernández

Morelia, Mich.- El futbol es una cosa de locos, es un juego inexplicable, es un arte incomprendido en donde la suerte también juega... basta ver el duelo de anoche. Tras dar una de sus mejores actuaciones en la primera mitad, y dominar el encuentro prácticamente en su totalidad, León igualó a tres en el duelo de ida por los cuartos de final ante los Monarcas Morelia.

Y es que si se trata de definir cuál fue la clave del duelo, no se hablaría precisamente de lo que Morelia hizo, sino de lo que la Fiera dejó de hacer; Monarcas marcó en oportunidades casi fortuitas que, a pesar de todo, también cuentan como goles y son suficientes para mantener una hegemonía que ya toma tintes de añejamiento.

Inicio aplastante

Todo auguraba lo peor para los locales, una pesadilla. Antes de llegar a los 10 minutos de juego, los Monarcas se salvaron de recibir el primero de la noche en una de esas jugadas en las que ni la física es capaz de explicar cómo fue que no entró la pelota.

El remate del argentino Mauro Boselli no se fue al fondo de las redes por mero milagro, no hubo desvíos, sólo los suspiros de la afición local que de alguna u otra forma sirvieron para empujar el balón hacia afuera de la meta de Federico Vilar.

Poesías del gol

Con un dominio constante de la Fiera, Montes, quien junto con el "Aris" Hernández alineó desde el inicio en el "11" de Matosas, ya daba muestras de querer hacer algo grande.

Ciertamente su buena actuación ya estaba consumada, sin embargo no habría mejor forma de regresar a casa que marcando un gol... pero el "Chapito" se mandó un golazo, un verdadero poema hecho tanto con un disparo de larga distancia que nada ni nadie pudo detener.

Y como si una anotación de esa magnitud no fuera suficiente, Mauro Boselli trató de hacerle competencia a su colega y al minuto 21 marcó uno de los tantos más lindos que el futbol mexicano ha visto en la presente campaña.

Luego de abrirse espacios por sí mismo, haciendo gala de su extraordinaria cobertura del balón, el ariete argentino aprovechó la posición de Federico Vilar para tocar la pelota con un pétalo para solamente elevarla unos cuantos metros y así techar de forma humillante al cancerbero de los locales.

Presión de los de casa

No obstante, a pesar del marcador, los michoacanos querían defender su casa, su honor, su orgullo, mancillado ya en dos ocasiones; los locales se fueron al frente, le dieron confianza a Jefferson Montero y éste les respondió positivamente.

Mientras perseguía un balón rutinario para la zaga leonesa, el ecuatoriano aprovechó un resbalón de Eisner Loboa para enfilarse directo a la meta de William Yarbrough; pese a la marca de Edwin Hernández, Montero disparó cruzado para vencer al aquero de los Verdes y así conseguir el del descuento para la casa al 28.

Pero la respuesta de la Fiera fue casi inmediata. Nuevamente de la pierna de Luis Montes, que envió un centro a Boselli quien simplemente la mató con el pecho para que la prendiera Elías Hernández, León marcó su tercer gol en la primera mitad para darle alegría a los casi mil aficionados Esmeraldas que hicieron el viaje hasta la capital michoacana.

Duelo de estrategias

Para la parte complementaria, era evidente la apuesta ofensiva de Carlos Bustos pues sentó a Hibert Ruiz para darle minutos a Carlos Adrián Morales, sacó a Godínez para el ingreso de Rodrigo Salinas, y adelantó sus líneas para darle un peso específico a Jefferson Montero.

Por su parte, tratando de entender el esquema táctico del estratega local, Gustavo Matosas retiró del campo a Mauro Boselli para alinear a Rafael Márquez, de igual manera cambió a Burbano por el "Gullit" Peña.

La debacle de La Fiera

Los Verdes intentaron jugar con la presión del rival, grave error. Bajaron su intensidad para sólo tener arranques ocasionales de ímpetu ofensivo; los locales poco a poco fueron recobrando la confianza, tanto que al minuto 21 Jefferson Montero reventó el poste derecho de la meta de Yarbrough en lo que bien pudo haber sido el segundo de los michoacanos.

Nuevamente el balón pasó a dominio de los Monarcas. A 20 minutos del final del encuentro, mientras en la tribuna que resguardaba a los aficionados Verdiblancos se vivía una verdadera batalla campal entre ambas aficiones, Morelia volvió a marcar con un tiro libre de Morales que, tras un bote y un desvío de Ever Guzmán se enfiló directo hacia el marco del León.

Al minuto 30' Morales nuevamente llamó a la puerta de los Verdes pero su disparo pasó cerca; no obstante el destino le había preparado una sorpresa a Ever Guzmán.

Para el 37', el atacante nacido en el estado de Guanajuato, y que había ingresado a la cancha para la parte complementaria, marcó para que Morelia pusiera el marcador empatado a tres gracias a un remate muy simple que se fue a visitar el fondo de la portería Esmeralda sin obstáculo alguno.

Con el marcador así, el juego siguió su marcha tal y como se había estado llevando a cabo, con unos locales viviendo su dominio y unos visitantes sufriendo su letargo. Pese a los intentos de Matosas por revivir la chispa de intensidad en sus pupilos, ya todo parecía insuficiente.

Hasta cierto punto los Monarcas optaron por mantener el empate mientras que la Fiera lo único que pedía era el final del encuentro a pesar de un par de jugadas de peligro que no se lograron concretar. El reloj superó a los 90 minutos y el duelo llegó a su fin, el capítulo uno de los cuartos de final entre Monarcas y León había llegado a su fin.

Ciertamente hoy por hoy el marcador está abierto, si bien no perder fuera de casa podría ser benéfico para los verdes, entregar un marcador favorable por dos goles, es y siempre será una equivocación catastrófica. La llave no está cerrada.

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