DANIEL MARTÍNEZ / Publicada el 18/10/2015
La fiesta del futbol comenzó afuera del estadio León, en donde aficionados rivales convivieron.
Les dicen “los intensos”, que desde tres horas antes ya están haciendo fila para entrar al Nou Camp.
“Pues no me importa que me digan así porque yo al entrar elijo mi lugar y es más cómodo aunque si yo no llego temprano habrá quien si lo hará”, explicó Lucía Cardiel, aficionada que llegó al estadio desde las 4 de la tarde e hizo fila en puerta 8.
No sólo en ese acceso se puede ver a “los intensos”, cada una de las puertas tiene ya una fila desde horas antes de que habrán el acceso.
“Pues es más tiempo pero nos sentimos más cómodos porque podemos elegir nuestro lugar y nos gusta están en el estadio”, dijo Samuel Herrera, quien aseguró que de poder llegaría a las 12 del medio día al Nou Camp.
Otros tienen todo el ritual para ir al estadio, alistan su cojín y boletos desde un día antes para no olvidarlos, incluidos los accesorios como orejas de León y silbatos.
“Ya lo hicimos como una tradición familia, venir temprano para estar más tiempo en familia y sólo son dos veces por mes las que venimos al estadio por eso hay que aprovecharlo”, dijo Juan Luis Lugo, aficionado.
El coraje es para los que llegan tarde, ya que al ver todo ocupado no puede tener un lugar seguro.
“Así era yo, llegaba bien tarde y a veces ya ni me tocaba lugar, aprendí y por eso llego temprano”, dice Alicia Coral, quien hasta su vaso propio lleva al estadio para beber cerveza.
Viajan por amor a la camiseta
El amor al equipo se mantiene aunque se esté lejos y para Luis Calderos que llegó desde Acapulco y Alexis Casanova que llegó de Cuernavaca es bien sabido.
“Tengo tres mese de llegar a León, sé que son muy fieles al equipo pero yo siempre seré de Pumas y aunque mis amigos me han dicho que cambie de equipo pues no lo haré”, explicó Alexis, un fiel auriazul que llegó al Nou Camp con su camiseta bien puesta para apoyar a su equipo.
En tanto Luis pese a que no tiene alguna relación con el equipo auriazul, se amor nació desde que los vio jugar en la televisión cuando era pequeño.
“Uno cuando es niño se emociona, no tienes otras que hacer y al ver a los equipos y tus ídolos pues te quedas con eso y se vuelve algo con lo que vives, no se hace necesario ni indispensable pero es algo, una emoción cuando estas con tu equipo”, aseguró.
El partido fue sólo una parada previa su fin de semana en el Festival Internacional Cervantino, que según ellos, aderezarlo con futbol no cae nada mal, sobre todo cuando la fiesta puede empezar con un triunfo.
“Si es posible, del partido nos vamos a Guanajuato a la fiesta allá pero primero a estar con el equipo que nunca lo cambias”, comentó Alexis quien dijo ya está aburriéndose de que sus amigos cercanos de la ciudad le digan que se cambie de equipo ahora que vive en León.
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