La fidelidad de la afición, a prueba de todos.
El Sol de León 13 de diciembre de 2013
Luis Hernández
León, Guanajuato.- La gloria aterrizó sin escalas en León, a partir de ayer, el estadio León puede presumir en su palmarés haber sido sucursal del cielo al menos durante 90 minutos, y es que para cualquier aficionado a la Fiera, ayer, su catedral del futbol, se convirtió precisamente en eso, en una nueva versión de la gloria eterna, por más que suene a herejía.
LLENO TOTAL
A falta todavía de una hora para el arranque del juego, el tres veces mundialista inmueble estaba completamente lleno; si bien el ambiente era tenso en medio de una lucha de cánticos y abucheos entre ambas aficiones, bastó que las escuadras saltaran a la cancha para que todo cambiara.
Cientos de flashes en las tribunas demostraban que lo que se vivía en la cancha era historia pura, era el fin y el principio de una nueva era del futbol mexicano.
A TODO PULMÓN
El solemne momento del protocolo se vio alterado por una falla en el audio durante el Himno Nacional, sin embargo sirvió para crear una atmósfera aún más significativa, puesto que los casi 30 mil aficionados pulieron sus gargantas y cantaron a todo pulmón las últimas tres estrofas del Himno.
LA PUERTA A LA GLORIA
Corrían 11 minutos del partido, las intenciones ofensivas de los Verdes ya habían encendido los ánimos en el graderío; un rebote, un disparo y un gol, fueron suficientes para abrir la puerta del cielo en su sucursal guanajuatense, el estadio se transformó en una locura... una locura total.
Una noche histórica concluyó con un resultado positivo, resta decir que la gloria aterrizó sin escalas en León, al menos durante 90 minutos.
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