La afición se desahogó

La afición verdiblanca se desahogó después de 79 días sin futbol

Este sábado se registró la entrada al 'Nou Camp' más pobre del último año y medio. .

El Sol de León
21 de julio de 2013

Bendito futbol

Luis Hernández

León, Guanajuato.- Valió la pena la espera, el bendito futbol regresó al estadio León; podrán decirse mil cosas: que fue un partido malo, que no hubo rival, que el árbitro terminó por afectar el duelo, pero sólo una cosa es cierta, la ciudad volvió a vibrar luego de 79 días de letargo.

Bastó un gol para destrozar las gargantas de los más de 17 mil aficionados que cumplieron con una buena entrada en el dos veces mundialista inmueble, bastó un tanto para devolverle la vida a una ciudad dormida, para inyectar de pasión a una afición adormilada, para liberar la emoción que tras la conclusión de la anterior campaña se había quedado guardada.

Desde los minutos previos al arranque del partido, la atmósfera era de nostalgia, todos los asistentes extrañaban a su equipo, a sus Verdes; luego de un breve homenaje a los alpinistas leoneses Yuri Contreras y Laura García, el carnaval inició.

Serpentinas, papel picado y un mar de banderas inundaron la tribuna popular del estadio León, los cánticos retumbaron como siempre.

Aunque los ánimos decayeron con la tempranera expulsión de Francisco "Kikín" Fonseca por su doble amonestación, poco a poco la afición volvió a alentar, a lucirse, a meterse en el partido, a buscar desde el graderío el gol que diera la victoria.

Pese a que ya no había a quién abuchear con curiosa insistencia, la hinchada Esmeralda no cesó con el apoyo, aplaudió cada jugada, cada disparo, cada ataque; el ritmo de juego no era precisamente el esperado, pero había que ser pacientes.

Pasaron los minutos, vinieron los cambios y con ellos las nuevas esperanza, la afición sabía que el momento estaba cerca, que era cuestión de tiempo para que 'su majestad', llegara a casa.

A falta de unos 10 minutos para que concluyera el partido, la fiesta comenzaba, el gol de la Fiera había caído.

Algo queda claro, no hay mejor forma de regresar a la actividad que ganando; para la afición Esmeralda, no hay mejor manera de calentar las gargantas, que gritando un gol. La Fiera ha vuelto.