miércoles, 31 de julio de 2013

batallan por un boleto

Miles batallan por un boleto para León vs. América
OCTAVIO ZÚÑIGA /FRANCISCO HORTA / Publicada el 31/07/2013

Con gran paciencia y bajo el intenso rayo del sol, los aficionados aguantaron estar de pie por horas con tal de conseguir una entrada. Foto: Guadalupe Becerra

El caos, la desesperación y la lucha encarnizada por un boleto para ver hoy a la Fiera ante el campeón América, fue algo de lo mucho que no pasó y que se esperaba en las taquillas del Estadio León.

Ayer amaneció una extensa fila alrededor del inmueble esmeralda, pues miles de aficionados  con sus contraseñas en mano aguardaban su turno para acceder a las taquillas confiando en que obtendrían su boleto, mismo que les fue asegurado con la condición de que asistieran al partido de Copa en el que los Verdes enfrentaron a Dorados.

La “cola” empezaba frente al Teatro del Bicentenario, le daba la vuelta a casi todo el parque Explora y prácticamente finalizaba hasta el bulevar Francisco Villa.

La dinámica empleada por el Club León consistía en dejar pasar de 100 en 100 personas, marcándoles las manos con una especie de plumón especial y la condición era que solamente se vendería un boleto por contraseña; a pesar de eso hubo quienes aseguraron que les habían vendido hasta tres boletos.

Cerca de las 11 de la mañana, con los revendedores merodeando la zona en busca de presas, fue cuando se congregó la mayor parte de aficionados.

La fila se detuvo durante un largo rato, cerca de 20 minutos, que dieron una impresión errónea de que se había terminado el boletaje; sin embargo, todo siguió en total tranquilidad.

Varios revendedores estaban a unos 200 metros de la fila, algunos incluso descansaban bajo la sombra esperando a sus clientes, con quienes hablaban con toda naturalidad sobre la venta.

La intensidad del calor aumentó considerablemente a las 12 del mediodía y la fila avanzaba muy rápido, tanto que para la una de la tarde se había disuelto por completo, quedando solamente entre las mallas la basura que dejaron los miles de aficionados.

Los más “listos”, al ver la oportunidad de comprar más boletos, adquirieron contraseñas en la reventa y regresaron a formarse, ante el consentimiento de los miembros de seguridad que al ver ya una línea vacía, bajaron un poco la guardia.

En total fueron 50 elementos de Policía Municipal los encargados de mantener el orden en el estadio y aunque no pusieron demasiada atención a los revendedores, su presencia sirvió para evitar que alguien se metiera en la fila. Además estuvieron trabajando aproximadamente 15 elementos de Tránsito.

La orden de la directiva, aun cuando se había acabado la fila, era no vender sin contraseña, descartando casi por completo la venta libre.

Miembros de la directiva señalaron que será muy complicado dejar boletos para vender hoy y solamente en caso de que no se agoten, habrá disponibles para la taquilla horas antes del partido.

‘Lo que sea por un pase’

Cuando los aficionados leoneses hablan de hacer cualquier cosa por un boleto para el juego entre León y América no bromean, es literal.

“Por León lo que sea y sobre todo cuando enfrenta al América no puede uno estar fuera del estadio”, dijo Luis Gutiérrez, quien llegó desde las 2 de la madrugada para asegurar su lugar en la puerta 5.

Ayer durante el comienzo de la venta de boletos para seguidores con contraseñas, varios soportaron esperar por 12 horas, dormir en casas de campaña, rebajas en su sueldo por faltar al trabajo y estar parados estoicamente bajo el rayo del sol.

Estas fueron parte de las travesías vividas por los seguidores esmeraldas y también los americanistas que no quieren perderse la única oportunidad que tienen de ver a sus Águilas en León.

La venta de boletos comenzó exactamente a las 9 de la mañana, momento en que ya esperaban unas 4 mil personas formadas desde la calle Olimpo con el cruce del bulevar Vasco de Quiroga seguido por Paseo del Niño, a la altura de la Expo Ganadera.

Para esta ocasión la directiva felina implementó una nueva logística, que si bien no erradicó la reventa, sí favoreció el control de los aficionados.

Funcionó con el apoyo de policías municipales, quienes crearon una sola fila de aficionados y al llegar a la calle Olimpo pasaban a grupos de hasta 100 aficionados a quienes iban recogiendo sus contraseñas y marcándoles el pulgar, cual día de comicios electorales.

Así cruzaban una parte del estacionamiento hasta llegar a las nueve taquillas ubicadas en la parte frontal del Nou Camp.

Esta medida fue aplaudida por la mayor parte de los aficionados, no así por los revendedores “de a pie”, a quienes complicaron formarse varias veces, como suelen trabajar previo a juegos especiales.

Tampoco les resultó exitosa la venta de contraseñas en los alrededores de las taquillas, pues al final se quedaron con varios boletos pese a rematarlos hasta en 50 pesos cada uno.

Luis Fernández, Alonso Medrano y Vicente Rodríguez, quienes se consideran apasionados seguidores del León, confesaron entre titubeos que le van al América.

Otros fanáticos como Angélica Medina y Ángel Mendoza fueron algunos de los que llegaron desde las tres de la madrugada a formarse.

Pero ambos dijeron que valió la pena, pues antes de las 10 de la mañana ya regresaban a sus casas contentos con su boleto en mano para presenciar esta noche el atractivo encuentro.

Hacen revendedores ‘su agosto’... en julio

Los revendedores hicieron “su agosto” con el duelo entre América y León; quizá fueron ellos los más beneficiados.

Después de una semana complicada en la venta de boletos para el duelo de hoy entre la Fiera y las Águilas, la reventa no mermó en lo absoluto y con la oferta de contraseñas ganaron entre 50 y 250 pesos por unidad.

Después de haberse formado durante toda la noche y con sus cobijas todavía en el piso, los revendedores comenzaron a ofrecer las contraseñas para aquellos que, ajenos a la regla de un boleto por persona, requerían más de una entrada.

Algunos escondiendo los boletos en las bolsas, otros con pedazos de contraseñas en las manos, se acercaban a los compradores que ante la necesidad o la avaricia de tener más entradas, se hicieron partícipes de esta práctica que se fomenta y encarece cada vez más.

El modus operandi se dividió en dos estilos de venta. El primero y más sencillo consistió en interceptar al comprador para ofrecerle el producto y después de una negociación no mayor a dos minutos, se hacía la transacción; todo esto en la esquina de los bulevares López Mateos y Vasco de Quiroga, donde se congregó la mayoría de revendedores.

El segundo y más elaborado fue de aquellos que ofrecían la contraseña con todo y el servicio de taquilla; debido a que algunos aficionados no llevaban compañía, les prestaban a niños para que ingresaran con ellos y compraran la segunda entrada.

A pesar de que 50 policías se encontraban en la zona, en las primeras horas no hubo detenidos por revender, sólo recomendaciones que no fueron acatadas, ya que los regañados vendedores solamente cambiaban su posición estratégica.

Después de la una de la tarde, cuando la fila prácticamente había desaparecido, la reventa se hizo más intensa y personas que habían salido de la fila al dejar su contraseña, regresaban con una nueva que habían adquirido unos metros más adelante, algunos se formaron hasta cuatro veces.

Usan a niños

Con el cambio en la logística que implementó la directiva esmeralda para la venta de los boletos, los revendedores tuvieron que ingeniárselas para poder conseguir entradas.

Los aficionados tuvieron que pasar tres filtros para llegar a la taquilla principal, ya que fueron formados en una fila en la calle Olimpo, justo detrás del estadio.

Por lo que esta vez el modus operandi de los revendedores fue utilizar a niños ,quienes eran los que se formaban en la fila para comprar los boletos y poder adquirir más de los que se venden por persona.

“La verdad nosotros venimos a cuidar y es muy complicado el hecho de detener a alguien que revende porque no tienes la manera para decir que lo estaba haciendo a menos de que lo agarres infraganti”, dijo un elemento que custodiaba en las filas.

Aún así los revendedores se hicieron presentes afuera del estadio y ayer ofertaban boletos en 600 pesos para Sol, mil en Prefrente y mil 200 en Zona A.

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