Presiente el adiós

Presiente el adiós

A Jonathan Bottinelli le resta esperar, pero el argentino no se engaña; aunque quiere seguir en León, sabe que un jugador de futbol depende de los resultados grupales, y en este tema, nadie en León está bien parado.

El defensa llegó al Bajío para suplir el hueco que Rafael Márquez dejó en la plantilla y cuando el Apertura 2014 ya había iniciado; seis meses después, Juan Antonio Pizzi llegó al banquillo y le costó acoplarse, pero esto no es un pretexto para Bottinelli, quien esta semana aclarará su futuro.

“No he hablado con Jesús (Martínez, presidente del club), seguramente esta semana charlaremos para ver qué es lo que piensan de mi tanto él como el entrenador, y ver qué sucede. Hoy yo tengo la cabeza en poder estar el sábado, jugar el último partido de la temporada”.

Pese a la lesión que casi lo llevó al quirófano, las decisiones técnicas y la expulsión ante Atlas, los números individuales del pampero no son negativos (10 partidos jugados, dos goles anotados, dos amonestaciones y una expulsión), aunque sabe que no tiene asegurada la permanencia.

“Cuando el equipo anda mal es difícil destacarse y que se den los resultados, así se complica que te renueven el contrato, pero todo indica que hay que hablar con los que toman las decisiones”, señaló aún con esperanza de quedarse en el Bajío.

“La idea es quedarme acá, pero si no, veremos si sale otra posibilidad en el futbol mexicano o en otro lado. Todavía no sé cuál vaya a ser la decisión del cuerpo técnico y la dirigencia, pero no vine a estar de paso sino a quedarme mucho tiempo, desafortunadamente hay circunstancias que no dependen de uno”.

Repartir culpas no es el objetivo del dorsal “15”, quien reconoció que nadie en el equipo logró adaptarse rápido al sistema de Pizzi y menos plasmarlo al terreno de juego.