REGINA YÉPEZ / Publicada el 28/05/2015
Todo lo vivido en sus años como arquero ha valido la pena para Alfredo Frausto, y es que de haber hecho las cosas diferentes, de no haber madurado cuando el giro de su vida lo obligó a hacerlo, no estaría celebrando su regreso a la Primera División.
El ‘Loco’ quedó atrás, el guardameta y capitán de Dorados es, a sus 32 años, un tipo centrado y agradecido con el futbol, ese deporte que si bien no le ha permitido regresar al equipo de su ciudad natal, le ha regalado cientos de alegrías que en su carrera profesional, lo tienen tranquilo.
“Mucha gente me criticó cuando me fui a Dorados luego de estar en Puebla, pero para mí fue una oportunidad maravillosa de regresar a Primera. Gracias a Dios las decisiones fueron las adecuadas”, aseguró el portero del cuadro culichi, el otro protagonista del Clásico Bajío-Pacífico que luego de varios años, tendrá como escenario el Máximo Circuito del futbol mexicano.
¿Cómo es lograr un ascenso?
En la competencia estábamos claros, se iban a enfrentar los campeones, aunque para nosotros fue una sensación rara porque Necaxa tuvo casi cinco meses para celebrar su campeonato, nosotros ganamos el campeonato en San Luis y fue amargo porque no estábamos completos, no había pasado nada porque nuestro objetivo era ascender.
Fuimos todos muy mesurados en el festejo en San Luis, emocionados claro, pero claros con que nos íbamos a enfrentar a un adversario duro como Necaxa, y que teníamos 180 minutos para definir nuestro destino.
Para un porcentaje alto de los que estamos en Dorados, nuestra única oportunidad para regresar a Primera era ascendiendo deportivamente, hoy lo logramos, no sé que vaya a pasar luego, pero ojalá Dorados mantenga una base importante de lo que fue el plantel para seguir cumpliendo nuestro sueños.
¿Cómo vivió el ascenso la afición de Sinaloa?
A la gente la fuimos convenciendo poco a poco, Sinaloa es un escenario donde el beisbol prevalece por sobre todas las cosas y más porque los Tomateros habían logrado el campeonato y un lugar en la Serie del Caribe, la gente tenía una euforia grande por el equipo de beisbol, sabíamos que nosotros teníamos un compromiso, no una competencia, de brindarles en otro ámbito deportivo también una alegría luego de estar esperando el ascenso.
¿Lo que viviste en León, lo que aprendiste previamente, influyó en la decisión de jugar en Dorados, aunque fuera en Liga de Ascenso?
Yo estoy feliz de lo que he conseguido pero lo tomo con mucha mesura, dicen que hemos perdido tantas batallas que te empiezas a hacer frío pero más fuerte, más maduro. Todas las cosas que me han pasado, en su momento fueron difíciles de asimilar pero me han ayudado a crecer, estoy convencido de que los tiempos de Dios son perfectos, lo veo hoy que se me presenta este ascenso, fue en el momento ideal.
Hace 10 años, que me hubiera pasado esto no sé, me doy un tiro en la cabeza yo creo (risas); hoy, la verdad lo tomo con mucha madurez, con mesura, festejo porque se tiene que festejar un logro así, pero hay que ser cautelosos con todo.
¿Te visualizabas ya en Primera División?
Lo visualizaba, antes de un partido siempre lo hago, me imagino atajando muchas pelotas, siendo de gran ayuda para el equipo y eso se lo aprendí a don Antonio Carbajal, eso siempre nos decía y se me quedó, si eso yo lo hacía antes de cada partido, ¿por qué no para un torneo futuro?, yo me veía en Primera y esperemos que se nos dé.
¿Ya la directiva les platicó del proyecto?, ¿si continúan o no?
Estamos de vacaciones ahorita pero hay que estar al pendiente porque hay muchas cosas por cubrir, yo como capitán tengo que ser el portavoz para los compañeros, en mi caso también; la directiva quedó de avisarnos en estos días cómo va a quedar la situación a manera personal ya, no como grupo.
¿Por qué el apodo de ‘Loco’?
Ese es un apodo que me puso Carlos Reinoso (risas), cuando estaba en Unión de Curtidores, ‘Chavicos’ (Ricardo Enríquez), le platicó a Reinoso de mí, le dijo que les podía ayudar como tercer portero. A mí me compra León y el Profe me tomó mucho aprecio, me arropó muy bien y en esa época estábamos Cirilo Saucedo, Julio Herrera y yo de porteros, yo era el tercero.
Cirilo era y es un enfermo del trabajo, un tipo muy profesional, y a veces me invitaba a trabajar con él y eso se me quedó, cuando Cirilo se iba a la Selección yo me quedaba solo pero se me quedó mucho eso, de trabajar yo. Reinoso ya no nos dejaba seguir, nos decía que nos íbamos a sobrecargar o a lesionar, que nos fuéramos a nuestras casas.
Una vez me sorprendió entrenando y me dijo que si me volvía a quedar me iba a sancionar, pero el terco de Alfredo Frausto, que le gusta ir contra la corriente, se quedó al otro día y Reinoso, lo que hacía, era quedarse en un palco y me veía trabajando, una vez se bajó por el túnel y me encontró platicando conmigo mismo, a mí me gusta mucho hacer eso, motivarme yo mismo, me decía: “Vamos Alfredo, eres un gran arquero, vas a llegar a Primera, eres fuerte...”, cosas así, iba yo con los ojos cerrados, nos cruzamos en el túnel y Reinoso me dijo: “Tú estás loco, ya varias veces te dije que no te quedaras y ahora hasta te encuentro hablando solo”.
¿Sientes que sigues siendo el mismo chavo que soñaba con llegar a Primera, o has madurado con todas las situaciones que has vivido?
Mi carrera fue muy revolucionada, de estar en Tercera di un brinco a Primera A como León, yo no logré entender dónde estaba parado, eso me hizo perder piso, no sabía dónde estaba plantado ni lo que significaba León para la ciudad ni para mí mismo; llegó un momento en el que entendí que tenía que cuidar lo que tenía trabajado, cuidando mi físico, tener disciplina. Todo eso te hace madurar y aterrizar tu vida profesional y por tanto la personal.
Una de las cosas que me aterrizó al 100 por ciento fue el estar con mi esposa, el que nacieran mis niñas, esa fue la clave, me ha hecho valorar cada momento de trabajo que tengo. En el ámbito deportivo viví situaciones muy complicadas, desde estar en equipos en el completo abandono, a llegar a canchas preciosas donde tenías todo y no podías quejarte de nada; pero gracias a que maduré, a que empecé a valorar, a asimilar, pude tomar buenas decisiones y conseguir, con mi equipo, un ascenso, todo eso me hizo sentar cabeza y valorar mi carrera.
El día que me vaya, me voy a ir, y muy tranquilo.
¿Volver a León está entre tus pendientes?
Yo soy leonés, de chico sueñas con jugar en el equipo de tu ciudad, yo decía que ojalá me tocara la oportunidad. La tuve en Liga de Ascenso y me quedé tranquilo porque humanamente hice todo por conseguir el objetivo, obvio te quedas con una espinita de no haberle podido dar una alegría a la gente. Hoy, coincide que ambos, León y yo estamos en Primera División, no importa que tengamos caminos diferentes.
León y Frausto están haciendo su historia, estoy agradecido con la gente que se ha acercado a mí para que yo regrese a León, no se ha concretado por una u otra cosa pero les agradezco eso, yo seguiré haciendo mi historia y disfrutando los triunfos de León.
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