REGINA YÉPEZ / Publicada el 03/03/2015
“¡Pero Benito, tírate que si no no sirve!”... tranquilo profe, ¿así trata a las visitas?. Juan Antonio Pizzi no se guardó sus consejos, como si fuera uno más de sus pupilos, así instruyó al piloto Benito Guerra en el arte de colocarse bajo una portería.
La última actividad previa al inicio de la tercera etapa del WRC, la de la suerte para el piloto mexicano, se tiñó ayer de verde esmeralda y contó con un par de guantes de portero, un balón y unos botines como ingredientes, y con la Casa Club como marco.
Guerra, único mexicano en la categoría estelar del WRC, visitó por tercer año consecutivo la práctica de La Fiera y compartió algunos minutos con los jugadores, especialmente con William Yarbrough y Jonny Magallón.
Tras intercambiar algunas palabras con Juan Antonio Pizzi, encargado de recibirlo y llevarlo a la cancha, Guerra se preparó para la tanda de penales. Mauro Boselli le regaló unos tacos, William los guantes, ¡uff!, qué más magia quería.
Error... Benito voló sus disparos, los envió a las manos de William y Christian, y por no lanzarse, hasta un grito se llevó de Pizzi; Luis Montes “El Chapo” aprovechó la circunstancia, suavecito y pegado al poste cobró su penal y le demostró al piloto que los guantes no hacen al arquero.
Las risas destacaron en la práctica, los comentarios chuscos, el compartir unos un poco de futbol, el otro algo de adrenalina... “ya me siento parte del equipo”, aseguró Benito, pues incluso fuera de la cancha, también trae la verde bien puesta.
“Esta es la tercera ocasión que vengo invitado por parte del Club León a jugar un rato, ahora fue para tirar unos penales con mi amigo William Yarbrough. Tiré algunos, pensé que los guantes me iban a dar el conocimiento pero no, creo que no adiviné ninguno”, aseguró el piloto entre risas al término de la práctica.
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